DENIS VILLENEUVE REVOLUCIONA LA CI-FI CON ARRIVAL

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Aún recuerdo cuando en mi primer festival de San Sebastián tuve mi bautismo de fuego en el mundo de Denis Villeneuve con Enemy. ¿Qué era ese final? ¿Una genialidad o una tomadura de pelo? Desde entonces me he convertido en un fiel seguidor de este director canadiense, cuyo cine cada vez parece mas predestinado a darle un prestigio autoral al cine comercial gracias a su capacidad de crear imágenes llenas de enigmas y simbolismo.

Villeneuve comenzó su carrera en films como Maelström o August 32 nd on Earth que empezaron a llamar la atención en los festivales de Cannes o Venecia, pero no fue hasta la adaptación de la obra Incendies en que el director nacido en Gentilly (Quebec) empezó a ser conocido por la comunidad cinéfila. A partir de ahí, su cine dio el salto a Hollywood donde se marcó un magnífico thriller protagonizado Hugh Jackman llamado Prisioneros y la citada Enemy, en la que Jake Gyllenhaal se metía en un laberinto para encontrar la verdad sobre un doppelgänger. Ninguna de las dos cintas fueron un pelotazo en taquilla, pero su éxito de crítica y buena parte del público -sobre todo de la primera- lo llevó hasta filmar el mejor film sobre el narcotráfico fronterizo desde Traffic: Sicario, en la que demostraba que se pueden hacer blockbusters de calidad y con sello propio.

Ahora nos trae Arrival, su primera incursión en la ciencia ficción, que demuestra ser mucho más que que un paso hasta llegar a su primera franquicia, Blade Runner. Yo, fan de la obra original de Ridley Scott he de confensaros que me sentía algo receloso de la vuelta de Deckard y su mundo al cine, aunque si detrás de la cámara está alguien con el talento del canadiense, será no sólo un film estimulante, sino una más que posible consagración para un director que merece un nombre entre los grandes del nuevo siglo.

JOAN BOTER ARJONA.-

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