DE SITGES A LA VIDA REAL

Crónica final de un certamen tan alocado como de costumbre. Si tuviera que definir Sitges sería como una tormenta y nosotros, los ilusos que intentamos capturar cada gota de lluvia, sabiendo que es algo imposible, un reto quimérico e inexpugnable. Es por eso que uno se siente frustrado cuando en el esfuerzo se deja cintas por ver. Pero aun más si algunas están en el palmarés. Es lo que me ha ocurrido con el palmarés. Se acabó el paréntesis pitoniso de Magical Girl. Ha ganado I Origins de Mike Cahill y Babadook es la otra gran premiada.
 
Aun así, el resto de premios incluyen algunas cintas que si hemos podido ver y no podemos estar mas en desacuerdo con su inclusión entre los galardonados Sin ir más lejos, la cinta de Jake Paltrow, The Young Ones, que servidor definió como » uno de los films que máls le habían aburrido este 2013″ se lleva el premio a mejor guión. No estoy de acuerdo como pueden suponer.
 
Pero no vamos a echar leña el fuego. Para gustos, los colores. Eso es el festival. Apenas hallarás persona que coincida con preferencias con otra, (quizá si, con la no inclusión en los premios del film The Guest, pero es otro cantar). Aquí está la magia de los festivales. Es lo que da el leitmotiv y la razón de ser, mas allá de las múltiples secciones que no ocuparán portadas o masterclass de genios del celuloide que sí son la salsa de Sitges. Y sobre todo, la gente que aplaude a rabiar desde el logo del Gorila (emblema del certamen) hasta los títulos los créditos de cada película sitgera. Sin duda, esto último es lo que hace el Festival de Cine Fantástico algo diferente.
 
Y cuando el festival, se viste de revival es cuando luce en su mejor versión. No en el caso de Lupin The Third, adaptación real mdel anime de Kazuhiko Kato que animó las mañanas de Telecinco a una generación que aquí seguía sus aventuras en los años 90. Ahora este ladrón nos plantea dos horas y cuarto de fotocopia en carne y hueso: Muy kitsch y espectacular. Pero el humor de la serie brilla por su ausencia (lo recuperan en el tramo final, cuando es tarde y sin excesivo acierto) y el film se convierte en un cosplay caro, vacío y aburrido. Ese no es » el ladrón más elegante que se pueda imaginar»…
 
Si es el caso de los Gremlins, de Joe Dante. Despues de la cinta de clausura, Burying the Ex, ha sido la hora de la vuelta a las aventuras de Gizmo y compañia donde los fans con muñecos incluidos han disfrutado del 30 aniversario de la película. El mejor fin de fiesta para el fin de este festival y con ello mi etapa festivalera que empezó en Donostia hará unas semanas. Dicen que ahora toca una etapa llamada «vida real». Ya ni me acuerdo como era eso. Así que voy a recordarlo. Agradezco a los que me han estado siguiendo en este periplo cinéfilo. Y…¡Qué viva el cine!
 
JOAN BOTER ARJONA.-

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