Con amor, Simon, de Greg Berlati, pasaría por ser una comedia teen de instituto más, un coming-of-age romántico en toda regla si no fuera por alguna particularidad que la hace especial. Su protagonista, Simon, no es heterosexual, sino gay, pero ni su familia ni amigos saben nada de su identidad sexual. Simon vive de manera satisfactoria con ese secreto hasta que un día en el blog de su instituto aparece un chico, apodado Blue, que manifiesta que es homosexual y que nadie lo sabe. Al sentirse tan identificado con la situación de este misterioso compañero, Simon comenzará a escribirse mails en secreto con Blue -al mismo tiempo que se irá enamorando de él- bajo el pseudónimo de Jacques hasta que un día, un colega de clase comenzará a chantajearle al enterarse de su identidad sexual y descubrir casualmente los mensajes entre ambos para lograr los favores de una de las mejores amigas de Simon, de la que está perdidamente enamorado.
Los enredos, la revelación de identidades, la aceptación, el miedo al rechazo por ser gay o por estar enamorado de la persona equivocada, el uso de las nuevas tecnologías para relacionarse, etc, son algunos de los temas que aborda esta comedia romántica con algunos toques amargos, que va claramente de menos a más, pues cuesta un poco entrar en la historia, pero cuando la trama explota es imposible no encariñarse con los avatares de Simon (un solvente y fresco, Nick Robinson) e incluso con la mayoría de sus amigos y amigas: Del aprovechado y atrevido Martin (Logan Miller), de la centrada y romántica Leah (Katherine Langford), de la decidida Abby (Alexandra Shipp) o del indeciso Nick (Jorge Lendeborg Jr). Asimismo, el rol de comprensión y aceptación que tienen los padres de Simon, interpretados por Jennifer Garner y Josh Dushamel (quien ya trabajó con el director en la comedia dramática Como la vida misma) son claves en la historia.