COCO: BIENVENIDOS AL REINO DE LAS EMOCIONES

Emociones puras y conmovedoras están garantizadas con Coco, la nueva propuesta de animación de Disney Pixar para toda la familia, dirigida por Lee Unrich y Adrián Molina. Una aventura que sigue las peripecias de Miguel, un niño de 12 años, en México durante el Día de Los Muertos. Miguel tiene un sueño: Convertirse en músico como lo fue un antepasado suyo, Ernesto de la Cruz. Y esta pasión, contraria a lo que quiere su familia, compuesta por sus padres, su enérgica Abuelita y su entrañable bisabuela, Mamá Coco, le pondrán en más de un aprieto. Miguel se verá trasladado -no revelaremos cómo sucede pues no queremos hacer spoiler- a La Tierra de Los Muertos, donde conocerá a sus seres queridos de la familia que ya fallecieron y tendrá que conseguir una bendición muy especial para volver a su casa sin verse convertido en esqueleto para resarcir incluso el pasado familiar. Y hasta aquí podemos contaros.

Coco enamora por la magia que desprenden sus imágenes, impregnadas del imaginario de la cultura mexicana y de la festividad del Día de Los Muertos, conoceremos el culto a sus antepasados y sus tradiciones ancestrales en este viaje. Un viaje el que nos veremos transportados y sumergidos en un mundo lleno de color y música y en el que los esqueletos y los alebrijes -animales que se convierten en guías espirituales- son tan vivos y expresivos como el resto de personajes. Aparte de la importancia de Miguel y de Héctor, no puedo olvidarme de tres figuras femeninas con muchísima fuerza y que son el eje vertebrador del matriarcado familiar: La tatarabuela Imelda; la de la Abuelita y la de Mamá Coco.

Aparte de por la extraordinaria creación de este universo y de los seres vivos y muertos que lo pueblan, Coco no sería lo que realmente es sin su maravilloso y profundamente humano mensaje de fondo: Una canto al amor -en mayúsculas- por la familia; por la preservación del recuerdo de los seres queridos antes de que estos caigan en el olvido y desaparezcan para siempre jamás; y por la música como inspiradora de la vida, de las emociones y de los sentimientos más profundos -incluso los que parecían ya soterrados-.

En nuestro caso, al verla en versión con el español de México, pudimos disfrutar de las voces originales, entre las que destacan las del debutante Anthony González, como Miguel; Gael García Bernal como Héctor o Benjamin Bratt como Ernesto de la Cruz, por citar algunos.

En definitiva, una evocadora película, que arrancará algunas sonrisas y muchísimas lágrimas de los espectadores. Si no te conmueve Coco, es que estás muerto por dentro. Una experiencia inolvidable a la altura de otros grandes hitos de Pixar, como Up e Inside Out.

SONIA BARROSO.-