Loading...
Churchill, de Jonathan Teplitzky, es un biopic y un drama histórico al presentar a la figura del Primer Ministro Británico, encarnado con convicción por Brian Cox. Conoceremos sus tribulaciones y sus demonios interiores 96 horas antes del Desembarco de Normandía.
Ese día D y hora H le tenían absolutamente atormentado, ya que estaba convencido que sería una matanza tan grande como la de Gallipoli, durante la Primera Guerra Mundial. Estas horas previas le vemos discutir con altos cargos militares y políticos, como el General Montgomery (Julian Wadham) o el Presidente Eisenhower (John Slattery), con el Rey Jorge VI (James Purefoy) e incluso con su mujer, Clementine, una estupenda Miranda Richardson. Precisamente es en la relación que se establece entre Churchill y su mujer cuando descubrimos la auténtica esencia del hombre, esposo y político, al mismo tiempo. Y es donde la película nos gusta aún más. Destacables es son también el monólogo donde expone su ‘no’ al Desembarco, donde Churchill es presentado como una figura trágica que tiene mucho de shakesperiana. Es su Ser o no Ser, donde se siente frente al abismo de la enorme responsabilidad que se le cierne.
Así pues es una interesante película, -aunque quizás demasiado academicista si la comparamos con lo que hizo Pablo Larraín con Jackie-, que trata sobre un momento histórico crucial para el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, expuesto desde una figura clave, que aparece retratado como un hombre lúcido, con mucho carácter y, al mismo tiempo, depresivo y obsesivo. Ahora queda ver lo que habrá hecho Joe Wright con Darkest Hour con Gary Oldman como Churchill consigue ser un buen programa doble para acercarnos a la personalidad de uno de los políticos más cruciales de la Historia Europea del siglo XX. En definitiva, que a aquellos que os interese el cine como una lección de Historia y como una aproximación biográfica, con Churchill vais a quedar satisfechos.
SONIA BARROSO.-
