CHRISTIAN BALE, EL MÉTODO Y EL CARÁCTER

Hoy en Stars on the Box celebramos el cumpleaños de uno de mis actores favoritos, Christian Bale. Quizás sea por esto o porque he crecido con él (somos prácticamente de la misma quinta) me ha resultado muy complicado enfrentarme a este artículo. Pero es curioso, no me sucedió lo mismo con Leo Di Caprio, al que también admiro profundamente y con edad similar. A lo mejor es porque Bale tiene ese aura de alma torturada que tanto me gusta, que tanto me desconcierta, que tanto me fascina, que tanto me hipnotiza. Esa lejanía como persona pero esa profundidad como actor que hace aflorar en mí una insana curiosidad que me engancha y me hace ser poco objetiva. Y es entonces cuando me doy cuenta que no importa si la película en sí me gusta más o menos, yo me quedo con Bale, y me quedo con él incluso cuando sus personajes me desagradan y no empatizo lo más mínimo con ellos, cuando sus comedias me hielan la sonrisa, me quedo con él porque para mí tiene un magnetismo que no puedo controlar. No es una cuestión de físico, nada tiene que ver con ningún tipo de atracción sexual, no es cuestión de intelecto o del talento que destila por los cuatro costados, no es cuestión de simpatía o de si carece de ella, nuevamente es cuestión de Bale.

Normalmente, cuando hago un Stars on the Box reveo las películas que tengo algo olvidadas e intento ver las que no había visto con anterioridad, estructuro biografía, filmografía, galardones y rebusco alguna curiosidad que pudiera parecerme interesante. Lo mismo he hecho en este caso, pero a la hora de plasmarlo en el papel las ideas se entremezclaban, como si algo me impidiera hacerlo de una forma ordenada, una lucha entre la meticulosidad del protagonista y esa parte de perfecta imperfección que me caracteriza. Las películas me venían a la cabeza sin orden cronológico alguno, la biografía no quería salir de las yemas de mis dedos al teclado, los galardones no me importaban, ¿por qué me iban a importar los premios si estoy hablando de Christian Bale?

Soy consciente de que parece que estoy hablando del actor de los actores, tampoco considero que lo sea, pero me reitero, tiene un algo que me hipnotiza y no puedo ser objetiva.

Haciendo un esfuerzo titánico os contaré que este galés nació un 30 de Enero de 1974 en Haverfordwest, que su nombre completo es Christian Charles Philip Bale, hijo de David Bale (empresario y piloto comercial) y Jenny James (ex bailarina de circo) y que tiene tres hermanas mayores que él.

Comenzó como muchos actores haciendo anuncios para la televisión y ya desde su más tierna infancia quiso ser actor. Con 10 años empezó a hacer sus pinitos en el teatro donde se subió a las tablas junto a Rowan Atkinson en la obra The Nerd, a los 13 estaba trabajando bajo las órdenes de Steven Spielberg en la cinta El Imperio del Sol, pero que la atención que suscitó su interpretación le sobrepasó y decidió no escuchar las ofertas que le llegaron en aquel momento, por lo que dejó su carrera aparcada durante un par de años.

Ha trabajado en 47 películas, thrillers, dramas, comedias, westerns…se atreve con todo y a todo le pone el alma. “El actor del Método de su generación”, empatiza tanto con sus personajes que parece ser engullido por ellos durante los rodajes, pero ¿hasta qué punto es esto cierto o es simplemente la justificación que se le da por ser una persona de carácter aparentemente complicado y algo excéntrico al que le gustan los personajes similares a su personalidad? No lo sé, no tengo la respuesta. Éxitos y fracasos de recaudación, película de culto…todo envuelto por el rumor o afirmación de que es una persona difícil con la que trabajar. Aitana Sánchez Gijón comentó que durante el rodaje de El Maquinista no habló con nadie en absoluto y esto me hace preguntarme si el resto de actores deben estar a su altura para poder conectar y sacar un buen producto final adelante sin la posibilidad de crear un ambiente de complicidad, una conexión positiva de la que ambas partes se enriquezcan. Con quien por lo visto no tuvo este problema fue con el también “alma torturada” Heath Ledger con el que compartió rodaje en la película de culto The Dark Knight (una de las películas de la trilogía del director Christopher Nolan dedicadas a Batman en las que Bale interpretó al superhéroe), al que se sentía muy unido y cuya muerte le afectó profundamente.

Quizás sean estos rumores los que hacen que mi curiosidad hacia su trabajo esté tan acentuada. Cualquier amante del cine quiere poder presenciar el proceso de creación de una película. Con Bale ese deseo va más allá, es tal el talento de este actor que no solo me encantaría presenciarlo, me encantaría ser ese voyeur que está entre las sombras, que no pierde detalle, que no se deja ver, que disfruta de cada movimiento con absoluto placer, sin molestar ni interrumpir, absorbiendo cada segundo y viviendo cada gesto.

Su capacidad interpretativa es innegable, por lo que nuestro protagonista ha sido nominado a los Oscars en 4 ocasiones (The fighter– 2010, American Hustle-2013, La gran apuesta-2015, El vicio del poder-2018) aunque solo ha recibido la estatuilla dorada por su interpretación de Dicky Eklund en la cinta The Fighter.

Cinco han sido sus nominaciones a los Globos de Oro, obteniéndolos en dos ocasiones, la primera por The Fighter en 2010 y la segunda por El vicio del poder en 2018. Cuatro nominaciones a los premios Bafta, seis a los Premios del Sindicato de Actores, consiguiendo en dos ocasiones el galardón, y ocho nominaciones de la Crítica Cinematográfica recibiendo el premio en cuatro ocasiones.

Podría haceros un listado de sus películas pero conociéndome querría diseccionar cada personaje y seguramente acabaría perdiendo vuestra atención. Os recomendaré algunas de las que para mí y para muchos son de obligado visionado sin entrar en mucho detalle, ya que prefiero que seáis vosotros los que las descubráis, si es que todavía no las habéis visto.

La trilogía de Christopher Nolan de Batman (Batman Begins, The Dark Knight, The Dark Knight Rises), donde Bale interpreta al superhéroe. Trilogía de culto imperdible. El tren de las 3:10; una película de Mangold con sabor a antaño donde Bale y Crowe mantienen un duelo interpretativo digno de ver. American Spycho, de Mary Harron; despiadada, bipolar, áspera y perversa, me encanta. Le Mans ´66, de nuevo con Mangold, una apasionante cinta automovilística con unas interpretaciones magníficas y una fotografía y sonido más que notables. American Hustle, de David O Russell, magnífica radiografía de la suciedad (sí, con U) humana. El vicio del poder (Vice), de Adam McKay, biopic que va más allá de la mera representación de la biografía del político norteamericano Dick Cheney. El Maquinista, de Brad Anderson, suspense psicológico que se ve engrandecido por la interpretación de Bale. La gran apuesta, de Adam McKay, ironía y sentido del humor, brillante. The fighter, de David O´Russell, su papel es un secundario con bastante peso pero que merecía el protagónico.

De la vida personal de Christian Bale se sabe relativamente poco, no se deja ver y no le gusta que le vean. Vive con su mujer, la ex modelo Sibi Blazic con la que lleva casado 20 años, y los dos hijos que tienen en común, apartado del foco mediático todo lo posible. Los problemas de control de la ira que le llevaron a tener que pedir disculpas públicamente al director de fotografía de Terminator: Salvation cuando le gritó de forma descontrolada al cruzarse éste en el set cuando estaban rodando, o el percance que tuvo con su madre y hermanas cuando estas insultaron a su mujer y acabaron en comisaría, son de las pocas noticias que Bale ha regalado a los tabloides sensacionalistas. También resultó escandaloso para la parte más conservadora de la sociedad americana cuando al recibir el Globo de Oro por su interpretación en la cinta El Vicio del poder, Bale, en su discurso, le dió las gracias a Satanás, ya os lo decía, un alma atormentada.

Yo de Bale solo espero que siga eligiendo papeles incómodos, de esos que no dejan indiferente, de los que te hacen reflexionar, de los que te hacen reír y al mismo tiempo te congelan la carcajada, de los suyos, de los que llevan su sello…para que yo pueda seguir siendo hipnotizada por sus interpretaciones y quiera seguir deseando ser un voyeur.

Feliz cumpleaños, Mr Bale, que usted los cumpla bonitos.

VANESA LORENZO VIVAS.-

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