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BLACK PHONE: LOS TERRORES QUE NOS ACECHAN
junio 20, 2022 Articulos

Se está produciendo últimamente un revival o vuelta a los años 80´s sobre todo en la ficción televisiva y cinematográfica. Buenas muestras de ello, son la popular serie de Netflix Stranger Things y películas como It y secuela y Verano del 84. Estas ficciones tienen en común con Black Phone un cierto gusto por el cine de terror infantil y adolescente, partiendo de los miedos y las amenazas más o menos veladas o manifiestas en esas tiernas edades. Aparte, funcionan todas ellas como coming of age, es decir, como relatos de paso de la infancia a la adolescencia, gracias a una amenaza exterior aterradora que pondrá en jaque sus vidas, a la par que agitará sus inquietudes adolescentes. Primeros amores, relaciones escolares y/o familiares conflictivas, bullying, etc. son algunos de los elementos comunes característicos.

Black Phone, la nueva película de Scott Derrickson, recoge muchos de estos rasgos y elementos y los lleva de nuevo hacia el terror de iniciación y superación personal. Aquí nos encontramos, de nuevo, a un protagonista frágil y temeroso, vulnerable tanto a nivel familiar como escolar, que tendrá que sobrevivir cómo sea cuándo es capturado por un extraño y aterrador mago. Este secuestrador, interpretado por un Ethan Hawke convertido en un mago siniestro e inquietante, bastante a las antípodas de los papeles que acostumbra-; aunque sí que es cierto que tiene dos incursiones al género con la vampírica Daybreakers, de Michael y Peter Sperieg, y Sinister, del mismo director-, Hawke no se ha prodigado en cine de terror. Y mucho menos interpretando a un psicópata de pesadilla, que parece salido de La Purga -incluso por las máscaras con las que se oculta el rostro-.

La presencia sobrenatural -como también sucedía en las ficciones señaladas- aquí está presente en forma de llamadas misteriosas, que no vamos a revelar cuáles son para preservar la sorpresa de los espectadores.

Así pues, la trama basada en un relato del mismo nombre de Joe Hill, no es original ni novedosa. Lo que sí destaca es por el absoluto manejo de la tensión por parte del director, que consigue crear sensación de angustia, amenaza y claustrofobia con unos pocos elementos -música, uso del sonido, (un teléfono que en teoría está estropeado, aunque suena) presencias sobrenaturales y reales…-. Nos encontramos con algunos jump scares bien hilvanados y resueltos. Quizás hubiera sido conveniente que Ethan Hawke tuviera más presencia en pantalla, pues sus intervenciones están dosificadas al milímetro en favor del auténtico protagonista, el preadolescente encarnado por Mason Thames. Aún así, sus escenas son escalofriantes, produciendo el efecto deseado de terror en el espectador, que empatiza en todo momento con el protagonista. La violencia es salvaje y contundente, en escenas algo inesperadas, aunque siempre bien lograda y ensamblada en la historia.

Destacar que la Blumhouse es un sello de cintas de terror y de genero que, estos últimos años ha producido joyas como Déjame Salir o El hombre invisible y que, con Black Phone, vuelve a apostar por el terror en una historia que, sin inventar nada que no se haya visto anteriormente, es capaz de imaginar y plasmar atmósferas, situaciones y personajes que nos vuelven a poner los pelos como escarpias. Sin ser redonda, es resultona, y seguramente hará las delicias de los amantes del terror protagonizado por niños y adolescentes que luchan contra sus propios miedos y amenazas para vencer al mal exterior. Recomendable.

SONIA BARROSO.-

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