El nuevo éxito de Netflix se ha colado entre los cinco más vistos de la plataforma en España desde su estreno, y no es nada sorprendente. Esta space opera surcoreana recoge todos los clichés del cine occidental de ciencia ficción para ofrecer un espectáculo ideal para todas las edades. Barrenderos espaciales no es una película que vayas a recordar de por vida, pero sí que cumple el propósito de entretener a la audiencia y deja un sabor de boca parecido al de Ready Player One de Spielberg.
La acción nos sitúa en un contexto típico y tópico de las películas futuristas: al estilo de Interstellar o WALL·E, la Tierra es un lugar inhóspito y tremendamente contaminado. El planeta y los que aún viven ahí están condenados a desaparecer, y por eso la gran corporación UTS lleva años haciendo de Marte un lugar habitable. En este contexto, seguimos a un grupo de barrenderos espaciales que se encargan de recoger desechos espaciales potencialmente peligrosos. Una tripulación de pobres marginados a bordo de la nave “Victory” que verán como cambia su suerte cuando se encuentran con una niña bomba y deciden entregarla a un grupo terrorista a cambio de mucho dinero.
El argumento puede parecer algo enrevesado y cuesta ver la relación entre la crisis de la Tierra, unos barrenderos espaciales, la UTS y una niña con un gran poder de destrucción, pero lo cierto es que el guion acaba hilando perfectamente todos estos aspectos gracias a la larga duración del filme (136 minutos). Una duración positiva para conseguir que todo tenga sentido, pero que puede hacerse larga para más de uno. Además, la primera media hora es bastante aburrida, y no empieza a ponerse interesante hasta que la niña aparece en acción.
Uno de los puntos fuertes de la película es su magnífico apartado visual. Tratándose de una space opera surcoreana con un escaso presupuesto de 21,2 millones de dólares podría esperarse una calidad bastante escasa, pero sucede justamente lo contrario, y la película nos brinda batallas espaciales muy conseguidas. Además, también cabe destacar la escritura de los personajes y el buen reparto, que dan un gran carisma tanto a nuestros protagonistas de la “Victory”, como a villanos e incluso a personajes secundarios.
Todos estos elementos, sumados a un ritmo bastante acelerado (después de la primera media hora), constantes giros de guion y muchas referencias a míticas space opera como Star Trek, Guardianes de la Galaxia o Star Wars, hacen de Barrenderos espaciales una cinta entretenida y que entra de maravilla si eres fan del género y buscas algo ligero.
La película de Sung-Hee Jo no es nada del otro mundo y bebe principalmente de un cóctel de muchos temas e influencias para crear una película bastante arquetípica que tampoco aporta nada nuevo. Es un blockbuster sin el presupuesto habitual de las superproducciones. Pero esta falta de pretensiones, junto a sus ganas de hacer disfrutar al público y su capacidad para tocar la fibra en más de un momento, es precisamente la esencia que hace de esta aventura espacial un espectáculo más que apetecible. Tanto como para copar las listas de tendencias del gigante del streaming y ser el tema de conversación de muchos aficionados al cine durante algunas semanas.
MARTÍ ESTEBAN.-