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ATLANTIDA FILM FESTIVAL: PLAY, ADORATION Y THOSE WHO REMAINED
agosto 10, 2020 Articulos

Del 27 de julio al 27 de agosto se está celebrando la 10ª edición del Atlántida Film Festival. En Facesonthebox vamos a ir comentando las perlas que nos estamos encontrando, aquellos títulos que creemos que no os podéis perder, que nos han tocado más y de los que nos hemos quedado prendados. Voy a comenzar con tres que a mi, particularmente, me han robado el corazón. Tres películas muy distintas con un denominador común:  Nos hablan del poder de los sentimientos para transformar a las personas y llegan al espectador para quedarse. ¿Nos acompañáis?

Play, de Anthony Marciano, es una película francesa muy especial, a caballo entre la comedia y el drama. Para comenzar, está rodada íntegramente a partir de grabaciones de vídeo domésticas, que son las que va realizando Max, su protagonista desde los 13 años hasta la edad adulta. Esta cámara no molesta, sino que le da credibilidad a la historia que nos va narrando y, a través de la cuál vamos conociendo a la familia de Max, a sus amigos, a sus colegas de Erasmus y, muy especialmente a Emma, su amiga más especial. Nos acercamos a sus vivencias personales, su día a día, sus conversaciones, alegrías y tristezas. El naturalismo y la espontaneidad de esta propuesta, que podría ser prima hermana por la temática íntima, personal, familiar y de pareja con la trilogía Antes de, de Richard Linklater y con la trilogía de Cédric Klapisch, iniciada con Una Casa de Locos (con la que, además, comparten temática de Erasmus en Barcelona). Quizás no es una película que cuente nada nuevo, aunque la manera de estar narrada, el amor por sus personajes -que hace que el espectador se vaya encariñando progresivamente de ellos- y uno de los tramos finales más bonitos y conmovedores de los últimos tiempos, la convierten en un film muy recomendable.

Adoration, de Fabrice du Welz, es una película belga, que combina thriller con drama de modo bastante efectivo. Cuenta la historia de dos jóvenes adolescentes que se conocen en una institución mental, él porque su madre trabaja allí y ella porque es una de las pacientes. Comienzan una relación de amistad que les llevará a interesarse cada vez más el uno por el otro e iniciar una historia de amor y de huida por los bosques para escapar de todo. No conviene explicar mucho más de este «coming of age», que combina el despertar personal e íntimo de los protagonistas con los problemas derivados del desequilibrio mental que sufre la joven y que les pondrá en varios aprietos a lo largo de su periplo. Con una fotografía de gran belleza y lirismo, la trama podría recordar en algunos momentos a All the bright places, de Brett Harley, protagonizada por Elle Fanning y que puede verse en Netflix.

Those Who Remained, de Barnabás Tóth, es la película que Hungría presentó a la pasada edición de los Oscars. Estamos ante un drama histórico que cuenta, con suma delicadeza y sensibilidad, la relación de amistad que entablan una enérgica y joven adolescente que ha perdido a su familia durante el Holocausto y su ginecólogo, un hombre viudo, afable y tranquilo. El clasicismo de la trama, la inocencia y humanidad que respiran sus dos protagonistas y el tema de la curación de las heridas emocionales debidas a las pérdidas familiares sufridas durante la Segunda Guerra Mundial son los puntos fuertes de una película reposada, hermosa, que cuida los detalles, y en la que es tan importante lo que se dice como el mundo de las miradas y los silencios que encierran sus personajes.

SONIA BARROSO.-

 

 

 

 

 

 

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