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ARGENTINA 1985: UN EJERCICIO DE MEMORIA
noviembre 2, 2022 Gran Publico

Quien descubre el cine argentino descubre un tesoro. Si se hace con esta cinta el descubrimiento es doble. Argentina 1985 (2022) es una película que me ha gustado mucho y de la cual me es imposible escribir algo malo sobre ella. Y hasta aquí podría llegar mi crítica acerca de la cinta, pero vamos a desgranarla un poquito más y, sobre todo, a contar las numerosas virtudes que tiene.

Para empezar, estamos ante un ejercicio absoluto de memoria. De memoria democrática. Estamos ante la reconstrucción de una nación en base al enjuiciamiento de quien tanto la hizo sufrir. Una película donde se nos retrata el juicio que vivió Argentina en 1985 donde se sentó en el banquillo a los integrantes de las juntas militares que rigieron y aterrorizaron al país entre 1976 y 1983. Toda una muestra de valentía por parte de un fiscal -magistral Ricardo Darín- y de su equipo de trabajo para dar voz y dignidad a las víctimas de la barbarie. Envidia sana.

Argentina 1985 es una película de juicios, donde lo más importante no es tanto el proceso judicial como los relatos de las víctimas, el trabajo y las presiones a las que se enfrentó la fiscalía y el retrato de ciertos sectores de la sociedad del país ante el conocimiento de estos hechos. Una película concisa y directa, que no se anda por las ramas y que hace al espectador partícipe de todo el proceso, así como de las sesiones del juicio. También es una película social, retratando las diferencias entre una juventud que quería cambiar el país -representada en el equipo de jóvenes abogados del fiscal- y sus familias, muchas de ellas relacionadas con los propios militares.

Tengo que advertir al espectador que se acerque a esta cinta que Argentina 1985 es una película intensa. Lo es en su forma, en su fondo y en su mensaje. Da poquitos respiros en su visionado, contando con una enorme carga dramática encarnada en el conocimiento de lo perpetrado por parte de los militares durante la dictadura en este país sudamericano. Es cierto que cuenta con momentos de relajación, hasta cómicos se podría decir que sirven de interludio entre descargas emocionales severas y que no restan profundidad ni seriedad a la película.

Antes he indicado que la cinta no tenía ningún fallo ni ningún “pero” que ponerle, aunque igual esto no es del todo cierto. Una cosa que no vemos en el proceso es la defensa de los miembros de las juntas militares. Viendo el resultado final quizás no fuera algo trascendente para la película ni para lo que esta quiere contar, pero podría habernos dado escenas de gran tensión en el juicio

Interpretativamente Ricardo Darín lleva todo el peso de la película y de qué manera. Esta espléndido en todo momento en su papel del fiscal Julio César Strassera, siendo el clímax de su alegato final su punto más álgido. Está sobrio y prudente, sin aspavientos que no vienen al caso. Sabe de la trascendencia del hecho histórico, de la trascendencia de su personaje y lo lleva de manera espectacular. Para mí el reclamo para ver la cinta, más allá de la temática, era Ricardo Darín y no solo cumple si no que esta soberbio. En cuanto al resto, me quedo con la figura de su ayudante, Luis Moreno Ocampo, interpretado por Peter Lanzani. Un buen contrapunto, un fiscal joven e impetuoso que casa perfectamente con la personalidad pausada y calmada del personaje de Darín.

Argentina 1985 es, por tanto, una joya. Una cinta apta para el gran público, comercial en ese sentido, con una dirección y un guión impecables y que difícilmente dejará indiferente a nadie. Una recomendación expresa por mi parte.

RUBEN TOLEDO.-

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