AQUELLOS AÑOS DE INSTITUTO…

Con el Premio Nuevos Directores del pasado Festival de San Sebastián se presenta El Novato (Le Nouveau), una comedia de Rudi Rosemberg sobre la adaptación al instituto de Benoît, un preadolescente de Le Havre que se translada a vivir a París. Benoît es un chico tímido que no acaba de congeniar con ningún grupo, ni con los «raritos», ni con los populares de la clase. También aparecen dos chicas más que llegan a clase, Johanna, una chica sueca que no habla muy bien francés y Agleé, una chica discapacitada.

Aunque su tema no es muy original, pues películas de instituto con los distintos tipos de chicos y chicas que allí pululan, se han hecho miles, la particularidad de El Novato es retratar de manera creíble la cotidianidad de un chico que está en la transición de la niñez a la adolescencia desde el punto de vista de ellos y no de los adultos: Sus miedos, su falta de carisma, su inseguridad en sus relaciones con los demás, la timidez, la soledad, el primer amor, las fiestas, etc. Y así, de paso, retratar a toda una serie de estereotipos de alumnos: El chico tan rebelde como popular, las chicas más guays de la clase, el empollón rarito, el gordito excluído, la discapacitada, etc y dotarlos de humanidad. ¿Quién no puede reconocerse en alguno de los personajes o de las situaciones que se explican?

Pienso que ese el gran acierto de esta película, la empatía y cercanía de esta comedia con los espectadores.Sin ser una propuesta original ni innovadora, gustará más a los seguidores del cine y literatura de Albert Espinosa que a los de las comedias alocadas de Jude Apattow, aunque sí es cierto que los amigos protagonistas tienen algo del Michael Cera y Jonah Hill de Supersalidos.

SONIA BARROSO.-