RAÚL ARÉVALO: «YO CREO QUE SI HACES ALGO DE VERDAD, ALGO QUE CONOCES, SE TRANSFORMA DE LOCAL EN UNIVERSAL»

Era una tarde de septiembre. Hacía calor en Donostia. Uno de los festivales más importantes del mundo acababa de empezar y estaba en plena ebullición. Los periodistas reunidos en el Hotel María Cristina aún desconocíamos que peso tendría en el palmarés del Zinemaldia y mucho menos en los Goya el thriller marismeño La isla mínima. Pero ya intuíamos que estaría muy presente debido a su gran calidad fílmica. Y es que después de Grupo 7, Alberto Rodríguez confirmaba que el realizador sevillano está en un momento creativo especial, así como su elenco encabezado por Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo. Con este último, nominado junto a su compañero como mejor actor al Goya este año, hablamos sobre este policíaco ambientado en el postfranquismo.  Actor habitual en comedia (Primos, Gordos y en televisión «Con el culo al aire», entre una larga lista) se pasa al drama, interpretando a Pedro, que según el actor madrileño«es un personaje que, en la teoría, parece que tiene las cosas muy claras, pero a la práctica (y en los momentos extremos que vive en la película) pues no todo es tan bonito como él quería».

El actor de Móstoles no nos revelará secretos de la trama pero si lo que ha significado trabajar en La isla mínima»: «Ha significado para mi trabajar con Alberto Rodríguez, que es el director con él con las que más ganas tenía que trabajar. Yo soñaba trabajar con él, pero pensaba que si tendría una oportunidad seria cuando fuera más mayor.»  Palabras que demuestran el nivel de admiración que tiene el actor:«Es un director, que guste más o menos su cine, lo que sí creo que es admirables él y su equipo se conocen de toda la vida y que algunos son compañeros desde los 6 años como el script y el de sonido. Y eso se nota. A la hora de trabajar haces un equipo que crea esa atmósfera y ambientación que es lo que más me gusta a mí de la película y que esté todo con puntada sin hilo».

Un trabajo que fue de lo más exhaustivo empezando por el de los protagonistas. “Cuando conocíamos a un policía que estaba en activo en aquella época que nos asesoraba a Javier y a mí, él nos asesoraba y desmitificamos mucho el mundo del policía».  Después vinieron los ensayos “Ensayábamos un mes entero. Algo muy poco común en cine y que yo no había hecho en mi vida. Entonces llegábamos al rodaje y podríamos rodar cualquier secuencia que ya no la sabíamos, no solamente el texto. La teníamos clarísima.”. Unas instrucciones que Alberto Rodríguez tenía muy claras “Trabajábamos mucho el personaje y dejándolo como Alberto quería que se viese una cosa u otra” ya que el hermetismo del personaje de Pedro es una de las claves de la cinta.

RODAJE IN EXTREMIS

Sin embargo, ese trabajo previo tan sólo es la punta del iceberg.  Porqué después de darle forma esos agentes de la ley de los ochenta, llegó el rodaje dónde el tándem policiaco tuvo que enfrentarse a los retos más difíciles y extremos. “En aquel sitio donde rodamos es un paraje donde a veces la infraestructura de un rodaje es difícil de encajar y la climatología no acompañaba nada”. Nos lo ilustra con detalles espeluznantes » Era octubre o noviembre y hacía un calor… Pero lo peor de todo es que a las ocho llegaban mosquitos, muchos, como, si estuvieras en el Amazonas y partir de las diez empezaba a refrescar hasta temperaturas de -4ºC- Entonces estábamos rodando de noche y el equipo iba con plumas, gorras u orejeras y nosotros en mangas de camisa, con glicerina a modo de sudor, mojados para hacer ver que hacía calor,  saliéndonos vaho por la boca.  Pero lo peor fue en las escenas de acción.  «Pensábamos que iba a ser divertido hacer acción pura y dura, pero para una carrera que nos teníamos que pegar, Javi acabó con una tendinitis en el abductor y yo sobrecarga en  el cuádriceps, y tuvimos que llamar a un fisioterapeuta que venía de Sevilla”. Y es que hacer de héroe de acción es también pagar un peaje físico importante. Así que el actor se pregunta jocoso “Si para dos cosas que hemos hecho nos hemos lesionado, ¿Tom Cruise y Denzel Washington cómo lo hacen? ¡Están a tope!”

Un rodaje duro que confirma el buen momento del cine negro en este país en los últimos años. Aunque para Raúl el género es lo de menos «No tiene nada que ver si un película thriller o drama. Si una película es buena, lo es, y ya está sea donde sea porque yo defendiendo mucho eso mismo, la identidad.  A los amigos a los que se le ha enseñado que no trabajan en el cine me dicen «que buena pinta tiene… ¡No parece española! ¡Como si fuera un piropo! Y la verdad es que La isla mínima no puede ser mas española. Yo creo que hay que hacer película, no tanto que nos entiendan. Yo creo que si haces algo local, algo de verdad que es lo que conoces, se transforma en universal».

La pregunta es ¿Acabará recibiendo dicho epíteto La isla mínima? El tiempo lo dirá. Menos queda para ver en qué medida sus 17 nominaciones se materializan en premios. Y si entre ellos está Raúl Arévalo, que al menos, ya puede decir que ha cumplido el sueño gracias a esta película.

JOAN BOTER ARJONA.-

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