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¡AL ABORDAJE!
octubre 16, 2013 Especiales

A lo largo de la historia del séptimo arte se han hecho muchas reflexiones sobre los piratas que invadían los mares y aterrorizaban a los barcos que surcaban las aguas del mundo. Con esta premisa se empezaron a rodar una serie de películas para intentar llenar las salas de cine… Después pasado el tiempo el cine de aventuras aceptó a las películas de piratas y se convirtieron en un ejemplo muy claro de por dónde debía de caminar el nuevo arte.

También es cierto que la piratería marina ha ido cambiando de pensamiento; ahora ya no son como en los siglos XVI, XVII y XVIII… En nuestros días son piratas más modernizados pero siguen surcando los sueños ondeando su bandera de muerte, aunque ellos ya no son una amenaza constante como era en antaño, de vez en cuando los periodistas escriben artículos sobre secuestros a navíos para exigir rescate y así poder subsistir. Ahora se estrena un filme que enseña uno de estos sucesos que tuvo lugar en el año 2009, Capitán Phillips protagonizada por Tom Hanks nos da una visión tan cruda como realista.

Aprovechando este estreno saco de la filmoteca tres películas, que aunque no enseñan al corsario actual, podemos aproximarnos a su carácter tan encantador, tan asesino como romántico. Se puede decir que la imagen de un pirata es tremendamente atrayente a través de los años aunque no es plato de buen gusto encontrarse cara a cara con alguno de estos tipos… O tal vez sí, eso es lo que trato de averiguar escribiendo este texto para acercarnos al mundo de los piratas.

LA ISLA DEL TESORO (Víctor Fleming, 1934)

En nuestro recuerdo, siempre que se menciona este género, el primer título que recordamos es éste. Basado en la novela de Robert Louis Stevenson narra las peripecias de Jim Hawkins (Jakie Cooper) a bordo de “La Hispanola” un buque con la misión de hallar un tesoro de enorme riqueza que lleva escondido en una isla desde hace muchos años. De entre la tripulación hay un hombre con una pata de palo trabajando de cocinero pero en realidad es un temido pirata John Silver (Wallance Beery) que se gana la confianza de Jim para después traicionarle.

En John Silver vemos al pirata inteligente que conoce el engaño y su profesión tal vez sea el perfecto corsario de los mares, puede ser encantador como traidor sólo para conseguir su objetivo: la imagen del pirata se ha teñido a través del tiempo de este personaje y esto le hace tener un punto de inflexión para las producciones que se han hecho después; es mucho lo que el cine de aventuras debe a esta historia arraigada en un mar que ablanda al mundo con sangre de piratas.

En el aspecto técnico sigue siendo una película espectacular, con ritmo y unos personajes muy creíbles que parece estar sacada directamente de la novela, no hay ninguna hoja que se olvide esta cinta, siendo casi un calco muy bien hilado. Lo que consiguió este director, aparte de acercar más al espectador esta obra, fue captar la fuerza de las emociones que plasma el relato que generación tras generación ha hecho las delicias de los lectores de todo el mundo.

Hay películas que nacen para ser inmortales y esta es una de ellas por varias razones que la han encumbrado dentro del cine -con mayúsculas- del género de aventuras, una muy importante es la interpretación de los actores desde el primero hasta el último. Tal vez en sus miradas veamos la ambientación que nos deleita por los siglos que no hemos vivido.

Así en cada visionado de La Isla del Tesoro nos reencontramos dentro de las peripecias marinas que está entre la aventura y el drama y así va saltando entre escenas y escenas sin perder el aliento del espectador que se deja sumergir en cada movimiento de cámara y en cada plano de aire. 

EL TEMIBLE BURLÓN (Robert Siodmark, 1952)

Con esta película los piratas cambian su estilo, carácter y justicia. Aquí el malo es bueno y el honrado odioso… No deja de ser por otra parte una cinta de entretenimiento pero dentro de lo que se ve hay mucho más. Así conocemos a un pirata dentro de la justicia divina el pirata Vallo (Burt Lancaster) que entre sus acrobacias y mostrando su fortaleza física hace disfrutar al público de todas las edades. La historia es muy entretenida con una fotografía espectacular que llena a la pantalla de una magia especial.

Su mayor logro es que todo parece real hay piratas en este filme que dejan su mar para hacer su historia en la tierra -algo impensable tratándose de la ley pirata- esa paradoja puede ser la gran novedad de esta obra porque hasta ese momento no se había enseñado a un corsario en el cine lejos del puerto, de los barcos y de ventanas que dan al océano. Los diálogos son para los espectadores jóvenes que empiezan a amar el séptimo arte bajo este relato de saltos y juegos gimnásticos con aires de piratas. También se puede saber perfectamente donde se encuentra la presentación, el nudo y el desenlace construyendo un hilo argumental muy fácil para que se involucren grandes y pequeños .

Tal vez este pequeño relato de piratas sea una visión del buen cine, de un cine que no muere porque desde que se estrenó todo el mundo recuerda a Burt Lancaster como el pirata saliendo de escaramuzas y metiéndose en ellas sin perder la sonrisa que calca el alma y corazón de este personaje inmortal. Tal vez los que tengan la edad de nuestros padres sepan lo que fue esta película que cambió el cine de aventuras llevándolo a unos paisajes remotos para la definición de este género tan vinculado a la infancia y juventud de la gente.

En resumen: El temible burlón es una película para amar a los piratas del siglo XVIII y para demostrarnos que todo puede ser de otro color, inventando nuevas tonalidades para que la degustación de esta obra sea tan rica y dulce en contenido como tan imaginativa e imperecedera. Hay toda una filosofía de amor y amistad que encumbra a este título como uno de los más visionados desde que se estreno y su mayor logro sea que siga siendo fresca, dinámica y emocionante para el público.

PIRATAS (Roman Polanski, 1986)

Y este es el último título. Tal vez sea la película más cruda y real de las tres que he recordado, aquí vemos a un pirata patoso y algo gordo el pirata Red (Walter Matthau) que intentará por todos los medios hacerse con un tesoro que custodia un galeón español. Esta comedia de piratas tiene mucho por descubrir, aquí no se cuenta todo y lo que sabemos es lo superfluo de la historia, que después se va descubriendo poco a poco. Esta comedia no trata de ser el típico filme de piratas aunque es una película de corsarios que poco tiene de eso. La fotografía es oscura, los personajes aunque brillantes de lucidez tienen algo negro como la noche.

Piratas es interesante porque nos enseña el discurso europeo de este género que le lleva a ser algo grotesco y algo gracioso a partes iguales, nos hace reír dentro de lo desafortunado de la desgracia del personaje principal. Pero esto es sólo la excusa para contar algo más, así nos sumerge en un problema social y humano, un problema que busca la libertad del hombre dentro de los mares para sacarnos todo lo cruel que llevamos dentro de nosotros. El guión es una simple metáfora de algo más contemporáneo y eso hace que la película sea un soplo de esperanza para un mundo con algunos problemas propios sacados de nuestra imaginación.

Este trabajo no engaña, se ve en todo momento un océano violento que nunca esta totalmente en calma y nos ensuciamos con los piratas que nunca van totalmente limpios: esta es otra de las cualidades que hacen de esta película más real pero sin dar la espalda a la fantasía de su contenido. Y además, puede que no sea el filme de piratas más visual. No hay amores sino sexualidad, no hay duelos inmortales sino el discurso de la vida y no hay piratas atractivos sino corsarios con cicatrices.

La banda sonora casi es imperceptible porque se escucha más los jadeos de los piratas que el sonido armónico del mar. Los océanos también se les oyen rugir y violentarse cada vez que el pirata Red tiene una complicación y muchas veces el propio océano le salva de una muerte segura; hasta los mismos tiburones que simbolizan el caos del ser humano tienen piedad con el personaje principal.

Piratas es un discurso apasionado que nos acerca más y más a estos corsarios que hacen disfrutar con sus desventuras en una época muy diferente a la que hoy vivimos y por esa razón este atrevimiento fílmico merece estar entre las grandes películas de aventuras con una mirada más mística y más observadora.

Para terminar: Los piratas son nuestro pasado cinematográfico pero también son nuestro presente y serán posiblemente el futuro de las salas de cine. El espectador no puede dejar a los piratas de lado como los mismos piratas necesitan de los cinéfilos para vivir, esa es nuestra verdad y sabiendo esto el cine tendrá un mañana más allá de su verdadera casa, ¡los cines!

JORGE GIRBAU BUSTOS.-

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