A STAR IS BORN: ¡QUIERO IRME DE GIRA CON BRADLEY Y GAGA!

(1 votes, average: 4,00 out of 5)
Loading...

Bradley Cooper ha dado en bastante la diana. En su ópera prima como director, una nueva y actual versión de Ha nacido una estrella -tras las películas de 1937, 1954 y 1976- consigue hacernos vibrar con el gancho y la energía propias de un chaval quien, a sus 43 años, tiene muchas ilusiones y camino por delante.

Y es que la primera parte de A Star is Born es ejemplar, su modo inmersivo de filmar hace que el espectador se sienta en un concierto entre Bradley Cooper y Lady Gaga, o mejor dicho, entre Jackson Maine, un alcohólico y adictivo músico de rock de Arizona con una amplia carrera, seductor y granuja, a más no poder, y Ally, una camarera de profesión y talentosa cantante por vocación, a la que descubrirá casualmente en una sala de fiestas cantando entre drag queens y llamará poderosamente su atención por su cualidades vocales y por su personalidad. Ambos iniciarán una relación profesional que culminará con un tórrido romance, en el que la pasión por la música compartida se transformará en un torbellino de pasión, sexo, música y amor.

Es en la segunda parte del film, cuando se centra en la subida al estrellato de una en detrimento a la caída a los infiernos de las adicciones del otro, cuando la película se vuelve más irregular, convencional y pisa por terrenos ya trillados del subgénero de ‘drama de adicciones’ y usa los tópicos de films de ascensos y caídas del estrellato, con las críticas subyacentes al precio de la fama y a no perder nunca una identidad ni un sello propio ni en lo personal ni en lo artístico, así como nos revela los sacrificios que uno está dispuesto a hacer sólo por amor.

Aún así, el espectador se ve seducido por un magnético e intenso Bradley Cooper y una sensible y poderosa Lady Gaga que, cuando están juntos, tanto dentro como fuera de los escenarios en escenas más íntimas, son puro fuego. Ya sólo por salir de la sala deseando irme a una gira de conciertos entre Bradley y Gaga, la garra de la primera parte, su romanticismo y un montón de temazos para el recuerdo, ya vale la pena pasar por taquilla.

SONIA BARROSO.-

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *