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A DOS METROS DE TÍ: AMOR Y ENFERMEDAD
septiembre 15, 2019 Articulos

A dos metros de tí se inscribe dentro del subgénero de dramas adolescentes con tintes románticos y  protagonistas con enfermedades complicadas, tipo Bajo la misma estrella y Everything, Everything. En esta ocasión, Haley Lu Richardson es Stella, una chica luchadora de 17 con fibrosis quística que vuelve a ingresar una vez más en el hospital para tratarse.  En este ingreso conocerá a Will, interpretado por Cole Sprouse (Jughead en Riverdale), un chico a punto de cumplir los 18 con una enfermedad respiratoria grave, además de contagiosa. Ambos quedarán prendados el uno del otro, pero tener que mantener a una distancia prudencial para no contagiarse pondrá a prueba su relación. El luminoso optimismo y la alegría de vivir de Stella contrastará con el oscuro pesimismo del misterioso Will, por ello, se atraerán irremediablemente. Poe, el amigo gay de Stella, será una pieza clave entre ambos personajes.

La película nos enamora como su pareja protagonista por la sensibilidad y delicadeza con la que está contada, transitando por la comedia, el drama y el romance, estando todos los elementos muy bien equilibrados. Hay escenas de verdadera magia, gracias al guión y a la química de sus protagonistas.
Asimismo, en algún momento no esquiva el almíbar o alguna situación ñoña, aunque se le perdona porque, en líneas generales es una película acertada que nos cuenta cómo dos adolescentes tienen que afrontar el amor y el sexo en circunstancias difíciles. Y que constituye un poderoso antídoto contra series actuales, como Baby y Élite, en el que se da una visión más sórdida de las relaciones personales entre adolescentes. Además, A dos metros de tí posee un mensaje final tan poderoso como necesario. Por ello mismo, constituye toda una sorpresa, ya que es un drama con alma y con corazón que se sigue con agrada y que está destinado a un público eminentemente «teen».
SONIA BARROSO.-
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