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THE GENTLEMEN: BARRIDOS POR LA MAFIA
febrero 28, 2020 Articulos

Guy Ritchie llevaba amenazando desde hace años con volver al cine criminal que le aupó a mediados de los ’90 con cintas como Lock and Stock o Snatch y, tras darse varios leñazos en el Hollywood más mainstream con films de encargo como Aladdin o el díptico de Sherlock Holmes, ha decidido volver a su Inglaterra natal para rodar esta The Gentlemen, una especie de grandes éxitos de su primer cine, eso sí, pasada por el filtro del que lleva años conviviendo con la burguesía. 

En esta “nueva película”, Ritchie nos cuenta la historia de un clan mafioso de Londres que quiere venderle el negocio a un conglomerado de empresarios de Oklahoma encabezados por Matthew McCounaughey. A partir de ahí, miles de historias cruzadas entre ellos se irán sucediendo, así como las muertes y baños de sangre marca de la casa. No contaré más para no hacer spoilers, ya que es de esas películas en las que, a poco que cuentes, ya estás destrozando más de una sorpresa. 

Como viene siendo frecuente en el cine más reciente del inglés, a la cinta le falta la energía que tenían sus primeras obras y todo en ella resulta artificial ,aún siendo una vuelta a lo que mejor se le ha dado. Ni siquiera un reparto lleno de caras estelares como Colin Farrell, Charlie Hunnam o el gran Hugh Grant, que se lo pasa en grande, consiguen resarcirte de la monotonía narrativa de la cinta, que también cumple otro de los pecados característicos de su cine. El creerse muy listo. Cada diálogo y cada escena de acción están diseñadas para molar y, cuando pasa esto, el resultado suele ser negativo. 

The Gentlemen gustará a los que disfrutaron del cine criminal de Ritchie y hasta de obras diferentes como Operación U.N.C.L.E., a la vez que horrorizará a los que no las soportan, como un servidor. Lo que también tengo claro es que no pasará a la historia como una de las más recordadas de Ritchie porque, aquí no hay un Brad Pitt hablando con acento gitano o una Madonna recorriendo en bikini la playa. Bueno, esto último tampoco lo recuerda nadie. 

HÉCTOR GARCÍA.-

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