EL HOMBRE INVISIBLE: DECEPCIÓN DE BLUMHOUSE

(1 votes, average: 2,00 out of 5)
Loading...

 

El hombre invisible, ese eterno personaje que cada cierto tiempo se aparece por nuestros cines vuelve por sus fueros de la mano de Blumhouse, productora especializada en cine de terror de bajo presupuesto y que, a raíz de éxitos como Déjame salir o Feliz día de tu muerte, ha crecido tanto que cualquier producto de su factoría comienza a ser un acontecimiento para toda la parroquia que tiene afición por el cine de género. De un tiempo a esta parte, además, ha “rebooteado” diversas películas clásicas de los ’70 u ’80 con un toque más actual, siendo esta versión de El hombre invisible su proyecto más grande hasta la fecha. Como suele pasar en estos casos en que pecas de más ambición, el tiro no les ha salido del todo bien. 

En esta nueva adaptación, Elisabeth Moss interpreta a Cecilia, una mujer maltratada que intenta escapar de un rico playboy obsesionado con ella. Cuando este muere cree estar más tranquila, lo que no sabe es que pronto comenzarán a pasarle cosas raras que seguramente tengan que ver con su ex-pareja. Como podéis ver por la sinopsis, Blumhouse y su director, Leigh Whannel, han querido aprovechar el “Me Too” para centrar la historia en este tema de rabiosa actualidad, siendo más un retrato sobre una superviviente de malos tratos, que una película de género al uso, lo que no tiene por qué ser malo. 

El problema es que la película peca de falta de valentía, bien porque la excusa argumental para que el antagonista se convierta en un hombre invisible está demasiado cogida con calzador o porque las decisiones narrativas son demasiado rebuscadas, además de no saber cómo acabar la película, que también adolece de falta de mesura a la hora de cortar media hora antes, cuando queda claro que la cosa ya no daba más de sí. En el apartado de aciertos destaca una Elisabeth Moss muy por encima de la cinta, dándolo todo en su interpretación de esa mujer humillada y herida por un psicópata que la ha destrozado interna y externamente.  

Esta película podría haber tenido la frescura que tuvo El hombre sin sombra, de Verhoeven, mucho más cínica e incisiva y con ese punto de «viejo guarrete» siempre presente en el cine del holandés. Esa versión, además, tiene varios momentos que han pasado al recuerdo y contaba con un alto presupuesto en FX, algo de lo que adolece esta nueva versión, demasiado barata y rutinaria, aun siendo relativamente pasable en su primera hora de metraje. 

Siempre me ha gustado la marca Blumhouse y seguiré expectante ante sus nuevas propuestas pero espero que vuelvan a las historias originales que estrenaron en sus inicios y se dejen de remakes como éste o el de la reciente ‘Black Christmas’, que era realmente terrible. 

HÉCTOR GARCÍA.-

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *