Leoncé, rey de los osos, está totalmente devastado. Su hijo ha desaparecido y ya no encuentra sentido a la vida. Además, su pueblo está a punto de morir de inanición en las frías montañas. Necesitan un líder. Es por eso que Leoncé decide invadir Sicilia para buscar a su hijo Tonio y salvar a su especie. Una misión que no resultará nada fácil,puesto que no imaginan hasta qué punto puede llegar la crueldad de los seres humanos. Lorenzo Mattotti nos brinda un maravilloso cuento en forma de película animada. Una suerte de fábula preciosa, llena de color, que cuenta grandes cosas con una simplicidad pasmosa.
La famosa invasión de los osos en Sicilia penetra en los recovecos de la condición humana para narrar algunas de sus virtudes y, especialmente, sus defectos. Un cóctel de aventura, magia y guerra inunda la primera mitad del film. Un primer tramo que va más destinado a los pequeños de la casa, ya que se centra en los osos y su espíritu tierno; su bondad sin fin. Vemos miles de osos bailando, riendo y sorteando todas las trampas de los humanos sin mostrar resentimiento. Una auténtica lección para los habitantes de Sicilia.
Esta primera mitad resulta un poco más aburrida para el espectador adulto, ya que no deja de ser una historia infantil y de aventuras bastante arquetípica. Pero la segunda parte, totalmente diferenciada de la primera, presenta un film mucho más adulto y profundo. Las aventuras de los osos, llenas de alegría, dan paso a una trama repleta de
intrigas, conspiraciones y misterio cuando los peludos protagonistas se instalan a vivir en Sicilia junto a los humanos. Rápidamente, algunos osos empiezan a adquirir los defectos de las personas. La convivencia se hace difícil, y hasta el propio rey Leoncé empieza a perder el norte. Un argumento más oscuro que se plasma incluso en los colores de la película, que pasan de vistosos verdes y rojos a unos fríos azules. La avaricia, el ansia de poder o la mentira son algunos de los pecados que los osos aprenden de las personas y que dividirán a su propia especie.
Una magnífica historia que, además de ser muy disfrutable, nos pone delante del espejo para conocer nuestras propias carencias, nuestros defectos como seres humanos.
MARTÍ ESTEBAN.-