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JOAQUIN PHOENIX: EL GRAN BAILE DEL JOKER
febrero 2, 2020 Articulos

Emperador romano, sacerdote, cantante de country alcohólico, solitario, amante, gángster, detective «fumeta», Jesucristo…Y ahora Joker. Joaquin Phoenix es, ha sido y será el actor de las mil caras, camaleónico e inclasificable, huye como de la peste de los papeles sencillos y poco complejos, demostrando una intensidad tan o más evidente que su mirada verdosa. Por ello, le dedicamos este perfil. Por eso, y porque hemos amado/sentido empatía, nos hemos reído, emocionado y puestos los pelos de punta con su Arthur Fleck/Joker, en la tragicomedia de Todd  Phillipps, ganadora del León de Oro en el festival de Venezia y que parte entre las favoritas con 11 nominaciones a la preciada estatuilla dorada.

CHICO VAN SAINT, PAUL THOMAS ANDERSON Y JAMES GRAY

Si hay tres directores que han conformado la ecléctica filmografía de Joaquin Phoenix éstos son, sin duda, Gus Van Saint, con el que ha realizado Todo por un sueño y No te preocupes, no llegarán muy lejos a pie. La primera, una comedia negra junto a Matt Dillon y Nicole Kidman, en la que Phoenix tenía un papel secundario, aunque clave para la trama. En la segunda, una historia real dónde Phoenix tenía que hace frente con un personaje algo inclasificable y que, además, tenía que ir en silla de ruedas.

En cuánto a su fructífera relación con Anderson, sus dos colaboraciones son de lo más extraordinarias, demostrando una versatilidad fuera de toda dudas. En The Master se empleó a fondo para medirse con un camaleón como Philip Seymour Hoffman y logró uno de los cara a cara actorales más interesantes del cine actual.  En Puro Vicio hizo suyo el papel de detective  «fumeta», dipsómano y mujeriego, en una de las interpretaciones más jocosas de su carrera.

Por lo que se refiere a James Gray, tiene tres películas que no pueden ser más distintas y notables entre sí. Recorrió los bajos fondos en una historia a caballo entre el thriller, el drama y cine negro en La noche es nuestra, junto a Eva Mendes y Mark Walbergh. En El sueño de Ellis (The Inmigrant) interpretaba otro ambiguo y lleno de claroscuros, Bruno, propietario de ese espectáculo de dudosa moralidad al que llega Ewa, la inmigrante polaca del título a la que da vida Marion Cotillard. En el drama romántico Two lovers era un joven, que salía de una depresión tras ser abandonado por su novia, y que se debatía entre el amor de dos mujeres, una era su objeto de deseo a la que amaría ardientemente, encarnada por Gwyneth Paltrow y la otra era la «novia ideal», interpretada por Vinessa Shaw.

RIDLEY SCOTT, SPIKE JONZE, PHILLIP KAUFMAN Y JACQUES AUDIARD

Sería casi imposible hacer un alto en el camino en todas y cada una de las películas de Phoenix sin aburriros, aunque vamos a intentar no olvidarnos de las más significativas.

Gladiator, de Ridley Scott, suposo su primera nominación al Oscar, como actor de reparto poniéndose en la piel del perverso emperador Cómodo, asesino de Marco Aurelio y que se dedicó a hacer de la vida de Máximo Décimo Meridio (Russel Crowe) un auténtico calvario.

En Quills, de Philip Kaufman se midió con Geoffrey Rush y Kate Winslet, encarnando a un sacerdote de pensamientos muy oscuros, influido por el Marqués de Sade.

En Her, de Spike Jonze daba vida a un introvertido protagonista que se enamoraba de la voz de su sistema operativo al que oíamos con la sensualidad de Scarlett Johansson.

Los hermanos Sisters, de Jacques Audiard, ha significado su única incursión hasta la fecha al western, en la que interpreta a uno de los  hermanos del título, el más sangriento y salvaje, curioso contrapunto del «hombre tranquilo» a quién da vida John C.Reilly.

JOKER MOVIE

Y, por fin, llega Joker, de Todd Philips, una re-interpretación de los orígenes del archivillano de Batman, en una de las interpretaciones más dolientes, salvajes y descarnadas que se han visto últimamente en pantalla. Sus risas incontrolables y sus liberadores bailes serán tan recordados como sus asesinatos en una de las películas más brutales, anárquicas y amorales que recuerdo este año. Es alma, cuerpo y sangre, todo fusionado en uno solo. Animalidad versus humanidad. Si Joaquin Phoenix, el favorito y ganador de todos los premios habidos y por haber en esta temporada, no se lleva la estatuilla, no lo va a hacer nunca.

SONIA BARROSO.-

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