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UN AMOR IMPOSIBLE: EL DOLOR Y EL RECHAZO SOCIAL
julio 10, 2019 Articulos

Un amor imposible podría ser un melodrama romántico convencional, pero tiene algunos elementos que la elevan por encima de otras propuestas. La película de Catherine Corsini, directora de Living y Summertime, basada en la novela homónima de Christine Angot, cuenta la historia de Rachel y de Philippe desde que se conocen a finales de los años 5o hasta 30 años más tarde, desde el punto de vista y utilizando la voz en off de Chantal, la hija que tendrán ambos.

Cuándo el protagonista Philippe, un apuesto traductor de clase burguesa le dice a Rachel, una mecanógrafa con la que ha comenzado a salir y por la que se siente muy atraído debido a su belleza y personalidad, que hay tres clases de amor:»conyugal, una pasión y un encuentro inevitable», que cambia el orden social establecido, el espectador ya puede empezar a intuir algo. Y esa intuición se va a convertir en algo más que una love story en circunstancias difíciles por el carácter y la personalidad del chico. Aún así, Rachel y él se entregarán a una relación pasional, más allá de convenciones y de clases sociales, que culminará con Chantal, la hija de ambos, a la que tendrá que criar la madre sola. La perseverante y luchadora Rachel no cesará, aunque vayan pasando los años, en el empeño de que el padre siga teniendo contacto con su hija -a pesar de su evidente ausencia en su día a día- para que la  termine por reconocer como su primogénita y deje de ser «de padre desconocido». Conforme se hace mayor Chantal, el padre intentará recuperar el tiempo perdido. Y hasta aquí os podemos contar para no revelar ningún aspecto clave de la trama.

Así pues, aunque pueda parecer un film melodramático más, no lo es por la complejidad de la historia y las múltiples capas que presentan sus personajes principales: Rachel, presentada como una madre trabajadora que siempre se va superando a sí misma, sin rendirse ni darse por vencida en ningún momento; el seductor, alma libre en apariencia y muy cultivado Philippe y Chantal, con sed de conocimiento infinito desde su adolescencia. Virginie Efira (Rachel), Niels Schneider (Philippe), Estelle Lescure (Chantal adolescente) y Jehnny Beth (Chantal adulta) saben dotar a sus personajes de profundidad y de interés para mantener la atención del público.

Catherine Corsini va tejiendo una historia entre estos tres personajes (madre, padre e hija), por lo que el film constituye un acertado retrato sobre la imposibilidad de amar, cómo curar las heridas de este amor, sobre el amor imperfecto materno-filial, sobre cómo sobreponerse al dolor y a sus inevitables cicatrices, sobre los vestigios de la belleza…Y lo que resulta más descarnado: La utilización del rechazo social como instrumento para perpetuar el dolor en más de una generación. Además, hay momentos de gran dureza en la revelación de un secreto y en las conversaciones entre una Chantal ya adolescente y en una más madura y su madre -las líneas de diálogo finales son realmente demoledoras-. No en vano, la película fue nominada a 4 Premios César, entre los cuáles el de mejor guión adaptado y para sus protagonistas femeninas. 

En definitiva, estamos ante un melodrama de corte clásico, con personajes complejos para el recuerdo y con una parte final que, probablemente, dejará una dolorosa huella en el espectador.

SONIA BARROSO.-

 

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