Háblame de tí, de Hervé Mimram, se centra en Alain, un hombre de negocios de una compañía de diseño de automóviles que vive su día a día con estrés, lleno de obligaciones laborales y sin apenas tiempo ni para dedicarle a su hija. Un buen día, de camino a un reunión de trabajo, sufre un derrame cerebral, que le afectará a la memoria y al lenguaje y, con la ayuda de una doctora y logopeda, tendrá que volver a recuperar la palabra e incluso, tendrá que replantearse su vida a partir de entonces. La película relata, entre el drama y la comedia, cómo un hombre de mediana edad que vivía completamente absorbido por su trabajo tendrá que aprender a trabar pensamientos y palabras para un discurso laboral a la par que aprenderá cuáles son sus prioridades y la necesidad de hacer un paréntesis para respirar de nuevo y afrontar su existencia.
Fabrice Luchini y Leïla Beikti como paciente y doctora mantienen una buena química en sus múltiples encuentros y desencuentros para tratar las secuelas del accidente cerebro vascular. Aunque el juego lingüístico que se genera es complicado de traducir y la comicidad se puede perder. Cierto que el mensaje de fondo del film es necesario, pero la manera de ser narrado hace que la película avance a trompicones, ya que hay momentos que dan la impresión de una cierta reiteración de situaciones con respecto a este subgénero de películas de «enfermo que necesita de alguien que le haga ver y replantearse la vida de otro modo». Aún así, la prodigiosa interpretación de Fabrice Luchini hace que se siga con simpatía (o antipatía, según se mire) su periplo en pos de su reconstrucción personal. En cambio, la subtrama familiar y romántica de la doctora no está tan bien desarrollada ni resulta demasiado interesante, más allá de contrapunto con el protagonista masculino.
En definitiva, una película sobre las secuelas de un derrame cerebral y la necesidad de cambio de perspectiva vital, que no aporta nada nuevo ni original, pero que puede seguirse con agrado, sobre todo, por la entrega de los protagonistas a la causa.
SONIA BARROSO.-