Ayer por la mañana, este cronista fue de los pocos que conectó con el pase matutino de Sección Oficial. Hablamos de la propuesta bosnia dentro de concurso titulada For those who can tell no tales, dirigida por Jasmila Zbanic. La historia consiste en relatar las peripecias de una turista australiana con las rasgos de Kym Vercoe, que viaja a Bosnia e indaga en el silencio de las secuelas de la guerra . Un film el cual me ha atrapado con su poesía contenida y metraje justo (75 min), que abre el telón como si fuera un documental hecho película y deriva a un Lynch muy soslayado. Hay que reconocer que el film acaba siendo a veces tan sutil, que el conflicto acaba sumergido un tanto demasiado pero su inusitada prosa visual la convierten en una película interesante.
Mucho más contentó a los medios la estupenda Jeune & Jolie, de François Ozon. El último film del director de En la Casa, narra la historia de Isabelle, una hermosa joven de 17 años, estudiante de día y prostituta de lujo de noche, a través de las cuatro estaciones del año. Un film con el estilo de Ozon, pero lejos de la temática del proceso creativo de su anterior obra, lo que parece que ha sido uno de los principales motivos por los que esta cinta fue recibida fríamente en Cannes. Porque la película es un notable relato sobre la pubertad femenina, con una Marine Vacth fantástica como Isabelle y que contiene la personal lírica del director de Swimming Pool. Pero bueno, ya se sabe que entre gustos no hay nada escrito. No obstante, en San Sebastián la recepción de la crítica ha sido muy positiva.
Otra cinta que ha tenido una acogida bastante buena por la prensa es Club Sandwich. La cinta, que ayer pudo ver el público es la siguiente: Paloma y su hijo adolescente de 15 años, Héctor (Lucio Giménez Cacho) pasan sus vacaciones en la costa. La llegada de una adolescente llamada Jazmín cambiará la «situación». Buenos personajes y algún gag inspirado y, sobre todo, su final, es lo mejor del relato. Este film se regodea en el silencio como sistema de lenguaje, sin hallar una prosa más que el estatismo de ideas puro y duro. Otra decepción para un servidor de esta sección. Muchos pronosticaron que su actriz María Renée Prudencio podría conseguir premio a mejor actriz, pero eso fue antes de la revelación del festival.
¿Y esa revelación cuál es? Pues nada más y nada menos que la Herida de Jesús Franco. ¿Ópera prima a concurso? Sí, y una de las mejores propuestas presentadas en esta categoría. La cinta ha gustado bastante, pero incluso sus detractores no dudan a señalar a la protagonista como merecedora del premio. Así pues esta historia protagonizada por Marian Álvarez se centra en una adolescente con tendencias suicidas, de la que el espectador intentará discernir sus motivos, a través de las sutiles pinceladas. Un film que formaría una particular trilogía de la soledad con mis tres cintas favoritas al premio: Enemy, Caníbal y ésta, la Herida. Y hoy jueves, un mutante visitará la Concha. O mejor dicho, viene Hugh Jackman a presentar Prisioners y recibir el segundo y último Premio Donostia de este año. Así que, más que nunca, os seguiremos informando.
JOAN BOTER ARJONA.-
