LA BALLADA DE BUSTER SCRUGGS: EL WESTERN SEGÚN LOS COEN

Uno de los mayores representantes del cine independiente americano son los hermanos Joel y Ethan Coen. Estos hermanos de Minesotta debutaron en 1984 con Sangre Fácil y a partir de aquí han cultivado una carrera de lo mas fructífera siempre bajo una suerte de cuadratura del círculo en calidad de artistas completos. Y es que aunque estos cineastas trabajan con los grandes estudios han tenido la suerte de desarrollar sus proyectos con una gran libertad y sello autoral, hecho que se nota en mayor o menor medida en la mayoría de su trabajos tanto en guión como en la dirección. Elementos como la óptica misántropa, su humor irónico negro, sus influencias del cartoon y sobre todo su devoción por los géneros del Hollywood clásico los cuales juegan a reinterpretar a su estilo, son algunos de sus rasgos mas significativos de esta dupla creativa.

Curiosamente, a excepción del remake de Valor de Ley, los Coen no habían tocado el western. El género clásico por excelencia apenas había sido rearmado por estos hermanos y cuando lo hizo fue décadas después de su debut cinematográfico. No obstante, a raíz de el estreno de su último película se nos ha revelado que los Coen habían estado escribiendo desde al menos la época del Gran Leboswki varios relatos del oeste a lo largo del tiempo; los cuales finalmente han visto la luz este mes de noviembre a través de la plataforma de streaming, Netflix. Es así como en forma de una cinta de 6 relatos cortos a modo de antología de relatos se nos ha conformado otra de sus grandes obras: La balada de Buster Scruggs.

La balada de Buster Scruggs es un compendio de las inquietudes de los Coen tanto en lo formal como por su contenido. A través de la imagen clásica del western, los hermanos Coen nos presentan una serie de cortos en un mismo escenario (el oeste) pero muy rico en personajes, tonos e historias. Así pues, tenemos historias que abarcan desde un imposible pistolero interpretado por Tim Blake Nelson que parece sacado de los Looney Toones, a la historia de Liam Nesson  con reminiscencias del cine de Tod Browning ( bajo mi prisma, el mas flojo pero igualmente reinvidicable)  o ese “cuento” final que cruza la Diligencia de John Ford con un cuento de Edgar Allan Poe, entre otros. No obstante, sean estos comedia o drama ese pesimismo de los hermanos esta siendo presente. Incluso los fragmentos mas cómicos hay una visión muy lúgubre y fatal del mundo. Es por eso que los Coen pulverizan el romanticismo del género por dentro, a la vez que el director de fotografía Bruno Delbonnel busca una singular belleza del antiguo oeste en el formato digital. Y con ello nos hacen una reflexión de un mundo perdido, uno del que quizá nunca existió a través de un fresco fragmentado de sus inquietudes coenianas.

El resultado, bajo mi punto de vista, esta como mínimo muy cerca de la perfección. Si bien es cierto, como ya he dejado entrever anteriormente, que hay cortos que me gustan mas que otros ( al menos un par creo que podían haber sido ligeramente recortados) tengo claro tres cosas: la primera que el orden de los mismos articula un mensaje claro tal y como nos hace hincapié su pieza final como si esta obra fuera una sinfonía. Segundo: que el extenso reparto esta magnifico tanto James Franco, Zoe Kazan, el citado Tim Blake Nelson o Tom Waits recordando al Lee Marvin de “La la leyenda de la ciudad sin nombre entre un largo etceterá. Y, por último, que probablemente, veré esta cinta mas de una vez para intentar discernir o no el mensaje críptico de estos locos existencialistas llamados Ethan y Joel Coen; que como esta, tanto obras magnas nos han hecho el favor de regalar al cine.

JOAN BOTER ARJONA.-

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *