JOSÉ CORONADO: «POR TU HIJO HACES TODO»

José Coronado nos recibe de pie con una sonrisa en la boca y con la mano extendida para presentarse. Es alguien que gracias a su simpatía y amabilidad te hace muy fácil poder entrevistarle, olvidando por instante que estás ante uno de los actores más importantes del país. Desde el principio, se muestra como persona cercana que cuando habla de algunos momentos de la película vuelve a revivirlos con la misma intensidad que los interpreta. Con motivo del estreno de Tu Hijo, tuvimos la oportunidad de hablar con él y estas son algunas de las cosas que nos contó.

Me gustaría comenzar por saber dentro de qué género incluirías la película…

La película es un thriller pero también es mucho más, bajo ella también hay una apelación a la moral de cada uno y una pregunta muy clara: “¿Qué es lo que serías capaz de hacer por tu hijo?”, y yo creo que la gran mayoría de los padres responderíamos “Todo. Lo que sea. Por un hijo haces todo”. Además, la película pone de manifiesto algo que está a la orden del día como es la falta de comunicación que hay entre generaciones. Los padres de hoy en día tenemos unos rivales tremendos en la tecnología que hacen que no conozcamos a nuestros hijos y quedemos relegados a un segundo plano. Cuando yo tenía 16 ó 17 años, mis padres y mis profesores eran mis referentes, hoy en día para los chavales sus referentes son los influencers y los instagramers, y muchas veces cuando intentamos comunicarnos fracasamos. Me gusta que en la película se plantee la posibilidad de usar otras tácticas para intentar llegar a ellos.

¿Cómo construiste el personaje de Jaime?

Diría que en base a la búsqueda de respuestas. Jaime no es un padre coraje, o al menos esa no ha sido mi intención a la hora de componerlo. No es un vengador, Jaime podría ser cualquier espectador, puede ser un cirujano como mi personaje, pero podría ser cualquier cosa. Es un hombre superado por los acontecimientos, abocado a hacer un viaje a los infiernos. Creía tener una vida normal, aunque después descubrimos que no es así y que por las situaciones que ocurren en la película se ve llevado a tomar unas decisiones y meter la pata. Así pues, es eso, un tipo completamente normal. Se ve arrastrado por el dolor y la impotencia al ver todas las trabas que le pone la sociedad y que quedan reflejadas en la película como por ejemplo la pasividad, la lentitud a la hora de actuar o la forma en que está establecida la legislación, que permite que aunque tengas una prueba fehaciente de algo, como esta prueba no fue conseguida de la forma legal, permite que esas personas sigan en la calle. Esa impotencia hace que Jaime deambule por Sevilla buscando algo, sin saber qué exactamente, y esto le lleva a meterse en unos terrenos que desconoce.

Con un personaje tan duro como el de Jaime, ¿Eres de llevarte el personaje a casa o una vez el director dice «corten» lo dejas aparcado?

Hombre, yo llevo ya unos cuantos años en la profesión y antes era de los que se llevaba el personaje a casa pero he aprendido a colgar el traje. Cuando dicen corten, me gusta decirle hasta mañana porque con los años te vas dando cuenta de que hay que establecer un orden de prioridades y, obviamente, es más prioritario mi propia vida y la de mi familia que la de mis personajes. Los que sí me llevo a casa son personajes que llevan capa o corona, cosas así, elementos de envoltorio que tengo intentar normalizar. Además, como Jaime, yo he tenido la suerte de ser padre y aunque digo que para interpretar a un asesino no hace falta serlo, para esta película sí era importante que el protagonista hubiese sentido día a día, en cada poro, cada segundo, lo que es ser padre y por lo que se pasa al serlo.

¿Qué tal el trabajo con Miguel Ángel Vivas?

Nos daba mucha libertad, había mañanas que llegábamos al rodaje y comenzábamos a preparar la escena con el guión delante y al final Miguel Ángel termina diciendo “me da igual el guión, ¿Qué crees que le está pasando ahora a Jaime?”. Eso nos permitía sacar de dentro lo que sucedía, por ejemplo la secuencia que tengo con Luis Bermejo dentro del coche con el martillo, duraba tres páginas donde discutíamos y de pronto vimos que no había que hablar, solo vemos a dos padres y entendemos perfectamente lo que les pasa.

Me gustaría ahondar un poco en la relación con la hija, a diferencia de la relación con su hijo, desde el principio de la película vemos una relación muy distante entre Jaime y ella…

Yo creo que, por desgracia, es algo que refleja la realidad más común, donde un padre parece serle más fácil salir a correr y entenderse con el hijo que acercarse a la hija. Es un punto machista pero creo que como sociedad seguimos siéndolo un poco. Es algo contra lo que he intentado luchar, tengo un hijo y una hija y he intentado darles las mismas posibilidades y la misma libertad de confianza a uno que a otro, pero volviendo a Jaime, sí que creo que por desgracia se encuentra en este punto en que hablamos donde tiene más afinidad con su hijo que con su hija. Aunque lo verdaderamente importante es que al final no conoce realmente a ninguno de los dos.

JOSU DEL HIERRO.-

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