EL REPOSTERO DE BERLÍN: PASIONES Y TERNURA

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A fuego lento, así se cocina El Repostero de Berlín, drama de profundos sentimientos y pasiones intensas, tormentas interiores y escenas pausadas. No se puede decir que sea tan dulce como las deliciosas creaciones de Thomas (Tim Kalkhof), repostero de un café de Berlín y uno de los protagonistas de un triángulo amoroso extremadamente complicado y más bien amargo. Es un largo camino en el que la búsqueda de la verdad lleva a un laberinto de mentiras del que es muy difícil escapar.

El amante de Thomas, Oren (Roy Miller), muere en una accidente de tráfico mientras se encuentra en Israel, su país natal, en el que tiene esposa e hijos. Con una pérdida tan repentina, nuestro protagonista necesita buscar respuestas a todos los espacios en blanco que dejó su compañero durante su relación, así que emprende un viaje a Jerusalén en el que se verá inmerso en un torbellino de emociones que le llevarán a un punto de no retorno. Anat (Sarah Adler) es la tercera parte de esta historia, una madre que sobrevive como un fantasma a una situación que la supera, por amor a su hijo y con un carácter fuerte, que hace que encierre muy dentro de ella toda expresión de sufrimiento.En las recetas de Thomas encontrará un camino de salvación apoyado en la trágica farsa del repostero, que quedará atrapado en sus propias mentiras.

El film de Ofir Raul Graizer  es un lúcido retrato de la capacidad de amar, que se ha construido sin prisas y dando mucha importancia a los detalles. En una cara aparentemente tranquila se puede esconder una tormenta detrás de la mirada. Los actores secundarios se convierten en importantes piezas de la historia que dan sentido a toda la trama: el hijo deprimido, el cuñado preocupado, la críptica madre… Todos cumplen con su papel en una comparsa que avanza hacia lo inevitable.

La ópera prima del cineasta alemán Ofir Raul Graizer, está hablada en alemán, inglés y hebreo, y se estrena este viernes, 15 de junio, tras recibir grandes elogios de la prensa especializada, tras su paso por festivales tan importantes como el Chicago International Film Festival, el Festival de cine de San Sebastián o el Festival Internacional de cine de Karlovy Vary. No os la perdáis si os gusta el cine de autor de sentimientos y emociones soterrados y cocinados a fuego lento.

DÁCIL MUÑOZ.-

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