46ª EDICIÓN DE SITGES: LAS VAMPIRAS NOS SALVAN

Otro certamen que empieza con el cielo roto.Como una extraña costumbre, empezamos de nuevo la temporada festivalera en el Auditori. Nos espera para la apertura, un nuevo film español, del director de Agnosia, pero con reparto, factura y vocación internacional. Se trata de un ejercicio hitchcockiniano llamado Grand Piano.

Nos aguarda la 46ª edición del Festival de Sitges, dedicada al origen del mal, como reza desde su cartel, homenaje a La Semilla del Diablo, de Roman Polanski, que preside la entrada del Auditori, de manera tan imponente como amenzadora.

Y así se inaugura el certamen con la última película de Eugenio Mira. Un film tan magistralmente dirigido de forma técnica como lleno de concesiones y lagunas en el guión, para mi gusto excesivas en muchos momentos. El alto hype proveniente de las críticas del festival de Austin no me han ayudado. No me parece un mal film, pero esta muy por debajo de lo que podía dar, sobre todo por el virtuosismo técnico del que lleva las riendas de la producción. Recordemos que la historia es la de un pianista, interpretado por Elijah Wood, que llega a Chicago después de cinco años sin actuar y es amenazado por un francotirador con la voz de John Cusack. El actor de Balas sobre Broadway no estaba en el Hotel Melià de Sitges, pero si su protagonista, Elijah Wood, que ha despertado la admiración de los fans que pasaban por la localidad costera.

Pero pasemos al punto negro más importante del día. Por que lo de Upstream Colour es harina de otro costal. Si el cine experimental pasa del mediometraje, creo que se requiere un vínculo entre espectador y roles. Algo que no hace la segunda película del director de Primer, Shane Carruth. Imágenes «malickianas» al servicio de un surrealismo que se me ha antojado frío, plano y aburrido. Poco más que decir bajo mi humilde opinión. No es que no sólo no la entienda, es que ni me evoca, ni me provoca, ni me emociona.

 

Mejor ha sido Byzantium. La vuelta a Neil Jordan al vampirismo, tras Entrevista con el vampiro, no hechiza, pero si funciona con solvencia al dominar un tono gótico-poético algo monocorde, pero con eficacia y haciendo buen uso de sus distintos elementos. Sin ir mas lejos, las dos vampiras protagonistas, Gemma Arterton y Saoirse Ronin, están en sus registros habituales, pero estas al servicio de la historia y no al revés. Lo mejor de una primera jornada con un nivel bastante insatisfactorio para este cronista.

Mañana promete ser mejor, o al menos, más animado con la presencia de Eli Roth, la zombie walk o la presentación de Los inocentes, un film dirigido por 14 promesas emergentes del ESCAC. Sin olvidar el anime Capitán Harlock en 3D.

Así que seguiremos informando.

 

JOAN BOTER ARJONA.-

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