JOSÉ MOTA: «EL CINE DE BERGER ES POESÍA»

Con motivo del inminente estreno de Abracadabra, la nueva película de Pablo Berger, hemos tenido la oportunidad de entrevistar a José Mota, uno de sus actores protagonistas en Barcelona. Empezamos hablando de su personaje y de la película para acabar conversando sobre el cine de Berger e incluso el cine de Woody Allen o el de Tarantino. ¿Nos acompañáis?

¿Cómo fue trabajar con Pablo y cómo afrontaste a Pepe, tu personaje, y la hipnosis?

Pablo Berger me contactó porque estaba muy interesado de que estuviera en su nuevo proyecto y, con el prestigio que tiene, para mí sus fábulas y sus cuentos son muy especiales y estar en una de sus aventuras es todo un lujo. Ya al leer el guión, vi que era una fábula, un cuento maravilloso que a través de la herramienta del humor sutil nos narra cosas tan tremendas como el machismo, el maltrato, la esquizofrenia. Es una película multicapa, como una Matrioska rusa. Berger me dio pistas de cómo ve al personaje de Pepe en una cena: Es un personaje que sigue viviendo con sus padres, duerme todavía en la litera de su hermano -que ya se independizó-, es un niño grande que no ha terminado de madurar del todo y tampoco quiere, vive en esa burbuja. Es un personaje frágil, eso lo entendí muy pronto y Berger quería que lo trabajase desde la sutileza y contencíón más extrema, cosa que yo también quería. Me dijo que Pepe a través de la hipnosis se siente alguien, se siente fuerte, lo que no proyecta a través de la vida real lo hace a través de su profesión y a través de la hipnosis. Él es vigilante en un centro comercial y todo lo magnifica, como cuando coge a una señora robando y comienza «mayday mayday», como si estuviera en Los hombres de Harrelson.

Con Jorge Astiaro, maestro hipnotizador que puso a nuestro servicio Pablo, estuvimos un mes preparando las secuencias donde estoy hipnotizando a Antonio de La Torre para que quedaran lo más creíbles posibles. Por eso, cuando él se sienta y va reventando el show yo saco todas las armas y me digo: «O él o yo». Trabajamos desde la verdad de lo que significa, comprendiendo qué es la hipnosis y aprendiendo la técnica para hipnotizar.

¿Cómo surgió el look del personaje: Pelucas, ojos pintados, vestuario?

Berger tenía muy clara esa estética indefinida entre finales de los 70, 80, principios de los 90’s, el compendio de esas tres décadas. Lo único que hicimos fue ir viendo propuestas de pelucas, de vestuario, me tuve que vestir y desvestir varias veces hasta que el fue decidiendo.

¿Habéis improvisado alguna escena o trabajabáis con un guión férreo?

Casi todo estaba contemplado por Pablo. Una escena que monto en un caballito cuando quedo con el personaje de Maribel y ella le mira pensando «qué está haciendo este tonto ahí subido», si es algo improvisado. Pero me gusta mucho como Pablo mantiene vivo el guión hasta el último momento, él tiene su red donde todo reposa en buen sitio, lo tiene todo bien amarrado. De ahí, está abierto a propuestas tanto interpretativas como de contenido. No está totalmente cerrado.

¿La relación de Pepe con Carmen cuál sería? ¿Está enamorado de su prima?

Es un personaje ambiguo, lo si que parece que está muy a gusto con ella, es un poco el escudero de Carmen, incluso el pañuelo donde ella ahoga sus lágrimas porque lleva una vida y un matrimonio donde no se siente a gusto. Pepe se deja querer, no sabemos si Carmen le pone. Pero si que el personaje de Antonio, Carlos, no le traga porque representa todo lo contrario a lo que él es, Carlos no se lleva muy bien con sus afectos y Pepe, por el contrario, sí. Pero la cáscara de Carlos es más dura, es un personaje más fuerte y seguro, Pepe es más frágil. Carmen, su prima, se deja querer, está a gusto con él y no se plantea nada más.

El espectador de Abracadabra puede ver una comedia bizarra, un thriller pero también es una crítica a nuestra sociedad, a la desintegración del matrimonio, etc. ¿Cómo la definirías?

Abracadabra es una ficción dentro de la ficción porque da una doble vuelta de tuerca a lo que supone contar una historia de ficción ¿Por qué digo ficción dentro de la ficción? Porque nos cuenta una historia realista, pero cuándo uno ve la película es capaz de hacer que el espectador compre algo como que al tipo protagonista se le ha metido un espíritu dentro que le hace comportarse de esa manera. Y el público se acaba preguntando qué está ocurriendo. Además, es tan rocambolesca y tan loca que capaz de atraparte con licencias narrativas no realistas y llevarte al sitio que ella quiere. Es como un tren de la bruja, nos hace montar en el vagón y nos muestra cosas terribles con la finalidad que reflexionemos con un barniz de humor para que esa reflexión no sea tan dura ni tan cruda.

¿Eras ya admirador de la obra de Pablo Berger?

Con solo dos películas, Torremolinos 73 y Blancanieves, ya era un director de culto, eso es que algo está sucediendo. Es incuestionable. El tipo de cine que hace Pablo se hace muy poco. Yo veo Medianoche en París o La rosa púrpura del Cairo de Woody Allen, son películas que abrazan proyectos como el de Abracadabra. Pablo Berger me encanta porque convierte el cine en poesía, de maneras muy distintas en cada cinta, pero con su sello tan personal. Es capaz de arriesgar hacia el verso narrativo cosas que rozan el límite de lo creíble, por eso, me parece un guión valiente y no sólo porque hable de maltrato, de machismo y de temas terribles, sino por cómo lo cuenta, qué herramientas usa para narrar lo que está al límite de lo creíble y no creíble.Sólo un maestro como él es capaz de llevarte al límite y hacer que te asomes al vacío, donde un paso más y ya no me creo la historia, te tiene cogido. La coherencia narrativa es muy grande en la totalidad de la película, a pesar de tantas cosas increíbles y disparatadas que ocurren, no te suelta en ningún momento y acompañas a los personajes hasta el final en todo lo que les ocurre. En este sentido, aunque no tengan nada que ver, es como pasa en Pulp Fiction.

SONIA BARROSO.-

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