DESPUÉS DE LA TORMENTA: LA DIGNIDAD PERDIDA

(1 votes, average: 4,00 out of 5)
Loading...

koreeda

Después de la tormenta (Umi yori mo mada fukaku, 2016) la nueva película del japonés Hirokazu Kore-eda llega a los cines españoles de la mano de Golem después de su paso por festivales de renombre como Cannes y San Sebastián. Sin embargo, en esta ocasión no se llevó ningún premio como lo hiciera con De tal padre, tal hijo (premio del jurado en Cannes) y Nuestra hermana pequeña (premio del público en San Sebastián), por tanto, tuvo que conformarse con haber competido en las secciones de Un Certain Regard y Perlas, respectivamente. Este dato nos puede ayudar a vislumbrar en cierta medida la esencia que caracteriza su última obra, una deliciosa y a la vez honesta historia que responde al estilo del maestro Kore-eda, pero que se asemeja más a la esencia de Still Walking (2008) que a las aclamadas cintas mencionadas arriba. Por tanto, antes de empezar a analizar la película en cuestión me detendré a señalar las diferencias que pueden existir entre algunas de sus películas.

Según mi opinión, Hirokazu Kore-eda es el director japonés más relevante que tenemos en la actualidad. Su estilo se define por su sencillez y su sobriedad, en ese sentido se parece a su compatriota Yasujiro Ozu, quien a través de los años perfeccionó su cine evitando ornamentos y técnicas que no aportaban nada a la historia al aplicar la máxima de “menos es más”. Por tanto, en los tiempos tan acelerados y estimulantes en los que vivimos Kore-eda se toma su tiempo a la hora de hacer avanzar el relato. Es un cineasta que bebe de la tradición clásica que popularizó Hollywood a lo largo del planeta, es decir, se centra en deleitarnos con una buena historia y las cuestiones formales y estilísticas se quedan relegadas a un segundo plano. El japonés posee una gran sensibilidad a la hora de reflejar los sentimientos humanos, por tanto, no le interesa renovar el lenguaje cinematográfico ni estimular al espectador para que permanezca en su butaca, simplemente nos habla de la vida. De los sin sentidos de la vida, o del milagro de la vida, que viene a ser lo mismo. Su materia prima es la vida cotidiana de personas normales y corrientes que deben afrontar sus miedos y problemas. Como hemos visto su estilo cinematográfico se asemeja al de Ozu, pero no sólo eso, ya que, Kore-eda siempre retrata las relaciones familiares. A Kore-eda, quien es padre de una niña, le interesa ahondar en los dramas familiares al igual que hizo Ozu en toda su carrera.

Su cine cálido, conmovedor y honesto hace las delicias del público que ansía disfrutar de una buena historia. Sin embargo, dentro del estilo clásico que caracteriza su cine podemos encontrar diferentes propuestas. Still Walking, por ejemplo, es una sencilla y sobria película que habla de las relaciones familiares, pero no hay un trágico acontecimiento que llame la atención. No se exageran los acontecimientos cotidianos para atraer a los espectadores, simplemente se muestra la problemática que vive el protagonista masculino, quien acaba de perder su trabajo y no se atreve a reconocerlo delante de su familia. Air Doll (2009) la historia de amor que protagoniza un hombre de mediana edad y su muñeca hinchable se sirve del recurso de la fantasía para plantear el problema de la (falta de) intimidad y cariño que viven muchos japoneses por miedo al rechazo. Además como hoy en día tenemos un montón de estímulos para desviar nuestra atención de lo que nos aterra es cómodo y fácil refugiarse en la ficción, en el anime, en las series, en el porno, en las drogas o en las apuestas. Por otro lado, en De tal padre, tal hijo (2013) Kore-eda usa un recurso bastante retorcido para hablarnos de la paternidad, ya que, un error médico en el hospital en el que nació el niño hace que se plantee el espinoso tema de la aceptación del hijo por parte del padre.

Por consiguiente, fiel al estilo del Hollywood clásico Kore-eda exacerba determinados acontecimientos para plantear de una manera atractiva el tema que le interesa. En los casos de Air Doll o De tal padre, tal hijo exagera ciertos hechos para atraer e impactar en el público, pero en el fondo siempre nos habla de lo mismo: lo difícil que es ser padre, madre, hijo, hija…

Por ello quizá no sea casualidad que el protagonista masculino de Después de la tormenta sea el mismo actor que aparecía en Still Walking. En esta ocasión Hiroshi Abe interpreta a Ryota un novelista de éxito echado a perder que trabaja como detective privado haciendo chanchullos. El grave problema de la infidelidad sexual le sirve para ganarse la vida tranquilamente, ya que, aparte de los honorarios que le paga la persona celosa por seguir a la pareja infiel, se aprovecha de la situación e intenta llegar a un acuerdo económico con la persona que ha cometido la infidelidad para que su cliente no se entere de lo ocurrido.

Ryota es todo lo contrario de lo que se espera de un hombre japonés. Es vago, gandalla (se aprovecha de los demás para sacar su propio beneficio), y un jugador de apuestas empedernido que no se quiere hacer cargo de la manutención de su hijo. Por su actitud irresponsable su esposa tuvo que divorciarse de él, y ella sólo le pide que se haga cargo de los gastos de manutención de su hijo, pero él siempre tiene alguna excusa para no tener que cumplir con su obligación. Además en el fondo ansía que su ex mujer le perdone por sus defectos de carácter en el nombre del amor. Sueña con la idea de que vuelvan a estar juntos de nuevo, al igual que sucede en la desgarradora cinta Mi amor (2015) de la guionista y directora francesa Maïween. Al igual que en Air Doll el autor nos plantea el delicado tema de las relaciones entre los géneros, y se ve claramente que muchos hombres no saben cómo posicionarse respecto a las mujeres. Muchos de ellos se sienten descolocados e intimidados y ansían los tiempos en donde la mujer dependía económicamente del hombre. Antaño aunque el hombre fuera un derrochador, un borracho y un infiel, la mujer tenía que tolerar su comportamiento porque no era independiente económicamente. Además de eso el divorcio no estaba permitido.

La madre de Ryota le confiesa a su hijo que su padre era como él, pero ella tuvo que aguantarle toda su vida. La diferencia entre el matrimonio de sus padres y el suyo es que la ex mujer ya no tenía que seguir aguantándole. Ya no tenía porque seguir en una relación que no le aportaba lo que ella deseaba. Ryota quiere recuperar a su ex mujer, pero sin hacerse responsable de sus obligaciones. Kore-eda nos habla del amor moderno, de los hombres que perdieron sus privilegios y con ello su dignidad, porque no quieren asumir la nueva situación.

BEÑAT EIZAGIRRE INDO.-

9 thoughts on “DESPUÉS DE LA TORMENTA: LA DIGNIDAD PERDIDA

  1. Aupa Beñat:

    Es interesante el breve recorrido que haces del cine de Kore-eda tratando de mostrar las motivaciones y temas que aborda en sus películas. He de confesar que no soy muy devoto del universo cinematográfico japonés, pero una película que me atrapó fue precisamente «Air Doll», concuerdo contigo de que en ella se puede ver claramente cómo Kore-eda trata de ponderar el milagro de la vida, pero no sólo éso ya que nos hace ver que el soplo divino del amor es lo que nos motiva para vivir (recordemos que la muñeca se ha enamorado de su compañero de trabajo cuando al tener un accidente se le empieza a salir el aire y aquél logra mantenarla viva inflándola con su propio aliento). También deja sobre la mesa la cuestiòn de ¿hasta qué punto el sólo querer follar para desahogar nuestras frustraciones en la soledad nos vuelve unas personas frías, que ponderamos más el coito que las virtudes que pueda tener la otra persona? El dueño de la muñeca es ese caso porque es un tipo solitario que es incapaz de relacionarse con las personas (pese a trabajar en un restaurante) teniendo que sacar sus frustraciones penetrando a la muñeca, pero eso sólo lo aisla más y lo vuelve esclavo de sí mismo. Al fin y al cabo pueden penetrar a la muñeca cuantas veces quieran pues está diseñada para nuestro placer, eso nos lleva a pensar en si a veces sólo vemos a la otra persona como un receptáculo de nuestras frustraciones.
    Tenía más que decir sobre lo anterior, pero creo que por el momento eso basta. Por otro lado, ¿crees que tenga buena aceptación por el público español esa nueva pelìcula «Después de la tormenta»?
    Ongi izan!!!

    • Kaixo Miguel.

      Nuestra hermana pequeña la anterior película del director se estrenó este mismo año (en el mes de marzo) y antes de que se termine el año podremos disfrutar de su nueva película. Este dato te podrá dar una idea de las expectativas que tiene puestas la empresa distribuidora (Golem) en la película. Según los datos oficiales del ministerio de cultura español Nuestra hermana pequeña recaudó 430.883 euros en los cines comerciales de todo el país, es decir, la vieron 74.000 personas. De tal padre, tal hijo, por ejemplo, conseguió recaudar 342.000 euros, y las demás películas que han llegado a estrenarse en nuestro país no han tenido tanto éxito como estas últimas. Lo que es innegable es que a día de hoy Kore-eda ya cuenta con un público fiel en España.

      A mí me gusta Air Doll, pero pienso que para muchos no es una historia fácil de tragar. Todos somos conscientes de la problemática que plantea porque lo hemos vivido en ciertos momentos de nuestra vida, pero lo de la muñeca hinchable puede que sea demasiado para algunos espectadores. Aunque el tono sea ligero y alegre puede que el planteamiento no sea agradable para todos.

      Todos y cada uno de nosotros necesitamos amor y comprensión, pero hoy en día en las parejas las reglas del juego han cambiado. La posición de las mujeres es otra y los hombres pueden sentirse intimidados por ello. Air Doll y Después de la tormenta comparten esa nostalgia por parte de muchos hombres que se sienten desamparados y frustrados.

      • Aupa señor Eizagirre!
        Concuerdo con usted, en la actualidad muchos hombres se sienten frustrados por querer vivir el sueño de antaño de tener a nuestro lado a una mujer sumisa, cual muñeca inflable, que sólo nos sirve para nuestros placeres. Pero, como bien comentas, la dinámica ha cambiado (lo cual me llena de alegría) pues ninguna persona, a menos de como un acuerdo, puede ser vista sólo como objeto para cumplir nuestras más bajas pasiones; ¿está de acuerdo con este cambio de dinámica o preferiría una Air Doll?
        Sin embargo, no respondió a mis cuestiones, ¿concuerda conmigo en mi interpretación de «Air Doll» o he exagerado muchos ountos?
        Por otro lado, es impresionante las cifras que me indica de la recaudación que es reflejo del número de personas que vieron esas películas de Kore-eda.

        Ongi izan y muchas gracias por tomar en cuenta mis comentarios.

        • Kaixo Miguel.

          Somos productos de nuestra época y uno tiene que adaptarse a lo que le toca. Antes las mujeres y los hombres dependían totalmente el uno del otro porque ambos estaban atrapados en la cárcel que habían construido a lo largo de la historia la Iglesia, el Estado y el capitalismo. La estructura social obligaba a las parejas a permanecer juntas por el bien de la sociedad. Y los burgueses habían añadido una tarea más a sus mujeres. No sólo tenían que encargarse de las labores del hogar y del cuidado de la prole, también debían apoyar emocionalmente a sus maridos, comprenderlos.

          Hoy en día las mujeres no tienen que soportar ese tipo de situaciones porque ya todos somos individuos con pleno derecho. Y cuando los sentimientos hacia la pareja se acaban puede darse por terminada la relación.

          Tu reflexión sobre Air Doll me ha parecido pertinente, por eso no he querido comentar mucho más. Hay gente que prefiere convivir con mascotas antes que comprarse una muñeca hinchable. Hoy en día hay muchas opciones, pero lo cierto es que refugiarse en lo cómodo y en lo fácil nunca nos traerá la felicidad. Todo ello será síntoma de que los miedos han vencido al amor.

          Una persona nunca se sentirá satisfecha consigo misma si evita tener relaciones amorosas por miedo o rechazo. Porque el amor nos hace confrontar con nosotros mismos, con nuestros miedos, nos obliga a ser dialogantes y empáticos para poder llegar a acuerdos, en una palabra, nos ayuda a crecer.

          Gero arte, carnal.

  2. Aupa Beñat!!!

    Ahora yo te digo: Eskerrik asko zure hitzagatik!!!

    ¡Qué bueno que concuerdes con mi reflexión de «Air Doll»!
    Por otro lado, tienes razón en decir que toda la carga social, política, religiosa, etc., que venimos arrastrando es una cárcel, un lastre, del cual tenemos que salir (pero también entiendo que tiene sus virtudes); los tiempos han cambiado y todo se ha vuelto más complejo de una manera exponencial. Pero así como los viejos modelos tienen problemas, también los nuevos que todavía están en construcción los tienen, quedará en nuestro hacer el evitar los menos posibles.
    Algo que me pareció genial es, y lo cito textual porque lo merece, tu reflexión:
    «Una persona nunca se sentirá satisfecha consigo misma si evita tener relaciones amorosas por miedo o rechazo. Porque el amor nos hace confrontar con nosotros mismos, con nuestros miedos, nos obliga a ser dialogantes y empáticos para poder llegar a acuerdos, en una palabra, nos ayuda a crecer.»
    Este es el quid del asunto, el amor, según entiendo por lo que dices, no es, como muchos piensan, sólo un sentimiento; es el motivo que nos impulsa a construirnos a nosotros mismos, dialogando y siendo empático para con los otros (pues si uno se ama a sí mismo, lo anterior es una consecuencia). Por supuesto que en ese proceso tenemos que sufrir pero es parte de crecer.
    Lo confieso, me has hecho alegrado con tu reflexión, milesker, y la acuñaré como frase (con el debido crédito hacia ti).
    Laster arte eta ongi izan!!!
    Espero el próximo artículo!

    • Kaixo Miguel.

      Me alegra saber que te gustó mi reflexión sobre el amor. Gracias por tus palabras. En algún texto leí que el amor significa abandonar el miedo. Por ende, se trata de una misión muy ardua, ya que, el miedo y el deseo nos arrastran por caminos equivocados.

      Hoy en día es fácil huir de la vida real porque podemos sentir muchas cosas a través de la ficción sin tener que arriesgarnos a exponernos ante los demás. Es demasiado fácil refugiarnos en la ficción porque nos aterra afrontar nuestros miedos y asumir lo que somos. Y de este modo elegimos evitar la confrontación con el otro porque nos sentimos demasiado vulnerables y frágiles como para defender lo que somos ante el mundo.

      La ficción y la fantasía han sido y siempre serán indispensables para el ser humano, pero en estos tiempos que corren debemos reforzar el principio de realidad. Ingenuamente podemos pensar que si estamos más informados y si tenemos mayor conocimiento sobre las cosas nos sentiremos más seguros, pero suele pasar todo lo contrario. Las ideas en manos de personas que tienen miedo son muy peligrosas. Por tanto, hoy en día lo que necesitamos los individuos huérfanos es educación emocional para que no nos refugiemos en las ideologías ni en la ficción cada vez que nos sintamos desamparados.

      Laster arte, compadre.

  3. Aupa Beñat!
    Así es, el miedo y el deseo nos conducen por sendas que nos desvían de nosotros mismos.
    Concuerdo contigo en lo de la ficción y la fantasía, hay que ponderar la realidad.
    Me has dado mucho que pensar… te lo agradezco compadre.

    • Kaixo Miguel.

      Sabemos que al ser humano le cuesta hacer frente a sus mayores miedos, y más ahora que nos sentimos huérfanos y confusos por la falta de instituciones y estructuras estables y fijas como la religión, la familia que antaño sostenían todo el peso del ser.

      Ahora que vivimos en la sociedad de consumo tendemos a buscar refugio en el entretenimiento. Todo se convierte en entretenimiento, incluso el sexo. En Shame se refleja perfectamente ese fenómeno tan actual de la banalización del sexo. El sexo debe servir para poder conectar contigo mismo y con tu pareja sexual, no para desahogarte sin importarte el bienestar del otro.

      El miedo, la frustración y el deseo nos alejan de nuestro ser, e intentamos sentirnos mejor refugiándonos en la ficción. Aparte del entretenimiento, la información y el conocimiento también nos pueden alejar de nosotros mismos. Estamos conectados todo el rato, pero por desgracia, estamos desconectados de nuestro propio yo. En estos tiempos necesitamos abrazar la máxima zen de «menos es más».

      Hasta luego, amigo.

      • Aupa carnal!
        Concuerdo contigo en nuestra orfandad en esta sociedad de consumo, entretenimiento e información veloz; agregaría de ‘desconocimiento’. Creo que nos hemos vuelto mucho más narcisistas con todos los medios a nuestra disposición…. nos sumergimos en la ficción y la fantasía para poder dormir tranquilos sobre nuestras camas. Nos olvidamos de conocernos a nosotros mismos, lo que nos lleva a ponderar la relación con alguien, el sexo, el lujo innecesario, etc. Todo eso, como bien comentas, es pura banalización.
        Como dices «menos es más», supone que conoces tus límites por ahora, porque después puedes dar un paso más allá de ellos, y con base en ello construirte como persona.
        Gero arte!

Responder a Miguel Amador Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *